En 2 millones 479 mil 183 hogares mexicanos hay por lo menos un niño o niña que trabaja para aportar ingresos a sus familias, asimismo, el 39% de los niños que realizan alguna actividad económica no asiste a la escuela, lo que significa que cuatro de cada 10 menores que laboran no están escolarizados, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De acuerdo a una investigación encabezada por la OIT y elaborada por la Maestra Sylvia Schmelkes, Directora del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), y la Doctora Nashieli Ramírez, directora de la organización Ririki, Intervención Social, hay un vínculo entre el trabajo infantil y la educación, por tanto, éste último factor sería la solución para que los infantes no tuvieran que realizar actividades económicas, comentaron las autoras del libro “El trabajo infantil y el derecho a la educación en México”, durante su presentación.
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Al respecto, la Maestra Sylvia Schmelkes mencionó que en México “tenemos un sistema educativo que no tiene respuestas eficientes en cobertura, en pertinencia ni en lucha por la permanencia escolar, entonces la política educativa acaba abonando al trabajo infantil”.
También refirió que a nivel federal hace falta la creación de una política integral de prevención y erradicación de este problema, pero “es difícil, y esto se observa con muchísima claridad, que haya una política abolicionista de trabajo infantil por las condiciones de pobreza en que vive la mayor parte de las familias en el país, entre ellas las que tienen infantes, donde prohibir que los menores laboren ocasionaría más problemas. Pero sí es importante que una política en esta materia se incorpore en un plazo mediano”, reflexionó Schmelkes.
Por su parte, la Doctora Nashielli Ramírez comentó que el costo de la educación y la falta de recursos para programas de becas a niños trabajadores también son un obstáculo para erradicar este problema: “cuando decimos que todos los niños y niñas mexicanos tienen que ir a la escuela, lo más pertinente es que tengamos un sistema educativo que les dé cabida a todos, pero resulta que no tenemos eso”, mencionó la autora del libro.
Asimismo, Ramírez refirió que el sistema educativo no sólo debe ocuparse en integrar a los cuatro de cada 10 niños que laboran y no asisten a la escuela, sino que también es necesario ver por los otros seis que están escolarizados, pues “ellos están trabajando sobre horas que no son trabajo formativo, que no son un trabajo que quite a sus familias de la pobreza, sino que perpetuan esa situación y no les permite aprender y vivir el gozo que construye en su esencia la escuela. Entonces tenemos a 10 de cada 10 que requieren una visión comprometida de la educación”, dijo.
Otro factor que interviene en la no erradicación del trabajo infantil es que la sociedad tiene una visión naturalizada del mismo, pues las familias pobres requieren el trabajo de sus hijos, refirió Sylvia Schmelkes, quien también comentó que esta situación ha adquirido un carácter positivo como un factor que aleja a los menores del crimen.
Por su parte, Thomas Winssing, director de la OIT en México, dijo que el reto para erradicar el trabajo infantil es brindar educación a todos los niños, incluyendo a los de zonas rurales, en su lugar de origen para que no tengan que trasladarse, “esto implica cerrar las brechas de la educación que todavía existen en algunas partes del país”, comentó.
Para lo anterior, México debe garantizar educación de calidad que sea efectiva para salir de la pobreza y represente un vínculo de movilidad social, además de ser contemplada “como proyecto incluyente de ciudadanos que conocen sus derechos y obligaciones, así como su cultura e historia, y que sepan analizar y buscar soluciones en lugar de sólo memorizar conocimientos”, recomendó Wissing.
Las autoras del libro coincidieron que hace falta información sobre la ocupación de algunos menores en las zonas urbanas del país, asimismo, durante la presentación destacó la necesidad de estudios que permitan conocer este tipo de datos con la finalidad de generar políticas públicas que eviten el trabajo de los menores.
En este contexto, la OIT ofreció mejorar y actualizar información estadística y bases de datos respecto al trabajo infantil con la finalidad de que su análisis permita diseñar políticas públicas encaminadas a erradicar dicha situación hacia el año 2020, por esto, junto con la Fundación Telefónica, promovió la realización y edición del libro “El trabajo infantil y el derecho a la educación en México”.
En la presentación de este material también estuvieron presentes Ignacio Rubí Salazar, subsecretario de Inclusión Laboral, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Nidia Chávez, gerente de operaciones de Fundación Telefónica México, y Juan Miguel Diez, director interino del Centro de Información de las Naciones Unidas (CINU). El evento tuvo lugar en la Sede Común de las Naciones Unidas en el Distrito Federal.
