El sello “Magenta de un penique de Guayana Británica”, emitido en 1856 y único superviviente de una serie especial reducida impresa en la entonces colonia británica, alcanzó hoy el precio récord de nueve mil 013 millones de dólares en una subasta de la casa Sotheby’s en Nueva York.
A pesar de haber quedado por debajo de las previsiones, que establecían su precio entre 10 y 20 millones de dólares, esta pieza volvió a batir el récord de precio pagado por un solo sello, como había conseguido cada vez que había salido a la venta, la última en 1980 por 935 mil dólares.
El valor de esta pieza recae en que la Guayana Británica recibía los sellos de la metrópoli, pero en 1856 un problema con los envíos causó una escasez que amenazó con bloquear los envíos postales.
Ante esta situación, las autoridades locales acudieron a la imprenta de un periódico para salir del paso y así nacieron unos sellos conocidos por su precio y color: el magenta de un penique, el magenta de cuatro peniques y el azul de cuatro peniques.
Este único superviviente del magenta de un penique fue encontrado en 1873 en la Guayana por un escolar de 12 años, Vernon Vaughan, quien lo localizó entre unos papeles familiares y lo añadió a su colección de sellos sin sospechar del valor que la pieza alcanzaría.
El director de proyectos especiales y del departamento de libros de Sotheby’s, David Redden, definió esta pieza como “un objeto mágico, la definición misma de rareza y valor” a un nivel “extraordinario”.
Vaughan vendió el selló a un coleccionista, la pieza llegó al Reino Unido en 1878 y poco después fue comprado por el conde austríaco Philippe la Renotière von Ferrary, posiblemente el coleccionista de sellos más importante de la historia.
Ferrary, austríaco de habla italiana y residente en París, había donado su colección al Museo Postal de Berlín, pero las autoridades francesas la confiscaron como reparación tras la Primera Guerra Mundial.
La colección fue subastada en diversas fases entre 1921 y 1926 y el sello fue comprado en 1922 por un millonario estadounidense, Arthur Hind, quien pagó 35 mil dólares, una cifra récord para este tipo de piezas.
Después de pasar por otros propietarios, otro millonario estadounidense, John DuPont, pagó 935 mil dólares por el sello en una subasta en 1980, la última vez que este ejemplar único fue puesto a la venta.
El actual récord para un sello en solitario vendido en una subasta era el del llamado “Treskilling Amarillo”, un sello sueco de 1855 que se vendió por 2.2 millones de dólares en 1996. En tanto, el récord para una pieza filatélica fue de cuatro millones de dólares pagados en 1993 por dos sellos de la entonces colonia británica de Mauricio de 1847 que fueron usados para un mismo envío. “Magenta de un penique de Guayana Británica” ha superado ambos récords, cuyos artículos formaban parte también de la antigua colección de Von Ferrary.
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