No solamente se victimizó a sí y a la arquidiócesis, sino que también el portavoz de la Iglesia Católica Potosina, Juan Jesús Priego Rivera, proporcionó un retrato psicológico de Eduardo Cordova Bautista, ofrecido anteriormente por Alberto Athié Gallo y las primeras víctimas que decidieron presentar su rostro y sus nombres ante la opinión pública potosina, nacional e internacional: Gunnar Mebius Villa y Humberto Abaroa.
En rueda de prensa, acompañado por el Vicario general de la Arquidiócesis, Benjamín Moreno Aguirre, el portavoz Priego Rivera, describió al ex Apoderado General, Eduardo Córdova Bautista como un personaje dotado de habilidades para las relaciones públicas, de doble personalidad, inteligente, astuto, con una gran capacidad de manipulación y profundamente autoritario.
¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA
El retrato psicológico ofrecido por Juan Jesús Priego Rivera fue apoyado por el Vicario General Benjamín Moreno Aguirre, quien destacó sus patologías y capacidad de manipulación, reconociendo que estas características constituyeron un secreto a voces, particularmente en la mitra.
Ambos, reconocieron que desconocen el paradero de Córdova Bautista, pues en ninguno de los domicilios frecuentados por este, ni en su casa paterna, ha sido localizado y que su desaparición, calcularon, se habría generado a partir del 9 de abril pasado, el último día al que acudiera a su despacho de Apoderado General, en la sede arquidiocesana, para entregarlo a su sucesor provisional, el sacerdote Oswaldo Esquivel.
Priego Rivera aseguró que antes de la fecha, la arquidiócesis desconocía la magnitud del problema que llevaron a Alberto Athié y a las víctimas que ofrecieron testimonios públicos (Mebius y Abaroa) a calificarlo como depredador sexual, toda vez que el proceso canónico que se le instruía en Roma trataba de un solo caso. Esa fecha, el 9 de abril, el Tribunal Eclesiástico romano adelantó el sentido del dictamen: encontrándolo culpable, mismo que adquirió u carácter de definitivo el 23 de abril, fecha en que el arzobispo Jesús Carlos Cabrero procedió a suspenderlo en su ministerio sacerdotal.
El Vicario General, Moreno Aguirre, cabeza de la comisión especial, instruida para atender y dar seguimiento a los casos de pederastia que pudieran permanecer velados al interior de la aquidiócesis y el portavoz arquidiocesano, reconocieron que aún la asociación religiosa no ha procedido a auditar el despacho del ex apoderado legal, toda vez que ha trascendido una serie de movimientos tendientes a la adquisición de predios, presuntamente para ser incorporados a la diócesis potosina, como el relacionado con el Santuario del Desierto.
Priego Rivera exteriorizó su temor a la personalidad autoritaria de Córdova Bautista, pero negó que en algún momento conociera de su conducta con relación a los abusos sexuales de los que se le señala al ex ministro de culto católico: “Con voz clara, sin timidez” (sic) –dijo–, sostengo que jamás se ha encubierto a Eduardo Córdova Bautista, a quien en algún momento de la conferencia de prensa llamó “Lalo”.
Insistió en que las patologías, el temperamento autoritario y los ilícitos perpetrados por Eduardo Córdova Bautista, hicieron de la Iglesia “su primera víctima” y sustentó que, la Iglesia (la Asociación Religiosa Arquidiócesis de San Luis Potosí), no lo ha encubierto, no lo encubre y no lo encubrirá.
Ambos terminaron por reformular el llamado a las víctimas y a los padres de los menores de edad, para que procedan a interponer denuncia ante las autoridades civiles, para que Eduardo Córdova no quede impune y purgue ante la justicia penal, en consecuencia, los ilícitos cometidos.