Atrás quedó la época de los divorcios de Nicolas Cage con Patricia Arquette o la hija de Elvis Presley, Lisa Marie. Desde hace diez años, el actor mantiene un camino más firme en su vida personal, mudándose incluso a Nueva Orleans con su esposa, Alice Kim, para cumplir el mejor rol de padre con su hijo, Kal-el. Y después de haber probado el éxito en la ruta de las superproducciones de Hollywood, Nic retoma el mismo camino de las producciones independientes que lo habían llevado hasta el Oscar de Adiós a Las Vegas, hace casi 20 años. En el cine, ya había empezado el año con la película Tokarev, del director español Paco Cabezas. Y mientras espera el estreno para octubre del thriller de ciencia ficción Left Behind, en EU lanza el DVD de su tercera película del año, Joe.
¿Haber ganado un Oscar genera cierta presión por seguir manteniendo el éxito en el cine?
Una de las grandes razones que me frustró con los críticos es que no saben qué hacer conmigo. Yo no me encasillo. Cuando gané el Oscar me propuse ir en contra de ese estilo de cine y por eso había hecho películas de aventuras que nadie esperaba como Con Air o Gone in 60 Seconds. Tengo la bendición de haber conseguido los roles que quiero hacer en películas que coinciden con lo que me interesa. Si te fijas en mi trabajo con cuidado, hay películas tan diferentes como Bad Lieutenant, Knowing! Lord of War y National Treasure. Siempre trato de buscar roles completamente diferentes. Y recién ahora quiero volver a mis raíces como una forma de reinventarme, volviendo al estilo de cine de Adiós a Las Vegas o Vampire´s Kiss, con películas independientes, de espíritu dramático y menor escala. Esa es la dirección que quiero tomar para volver a cero.
¿Es difícil aceptar nuevos riesgos en un mundo como Hollywood que piensa más en las recaudaciones que la calidad del cine?
Mi trabajo habla por mí, me gustan todos mis experimentos. Me gustó Season of the Witch o Drive Angry, porque fueron oportunidades donde pude explorar sin atraparme en un solo estilo. Pero también me gusta la actuación dramática que solía hacer en el pasado y es lo que quiero volver a hacer, ahora que ya tengo 50 años.
¿Es refrescante escaparse del sistema de Hollywood? ¿Se siente más libertad?
En eso estoy de acuerdo. Yo siento que soy un estudiante. Jamás diría que soy un maestro. El camino del estudiante te lleva a intentar un poco de todo, esperando aprender algo, buscando una nueva nota.
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