Por El Diablo Cojuelo
SILENCIO.- Parece que después de la última intervención del Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero, en donde éste pidió perdón a las víctimas de pederastia por parte de sacerdotes de esta Arquidiócesis y dio a conocer una serie de puntos para atender a las víctimas e impedir que sucedan nuevos delitos de esta inmoral naturaleza, la jerarquía eclesiástica optó por el silencio. A los periodistas que cubren la “fuente religiosa” no ha pasado inadvertido que van dos domingos consecutivos en donde se ha tratado de impedir el paso de fotógrafos y entrevistadores a la sacristía y a las proximidades del altar.
CONTROL.- Del cerco impuesto a periodistas y fotógrafos, que tradicionalmente acuden al servicio religioso dominical en Catedral con el propósito de tomar nota de las posturas a menudo políticas de los sacerdotes, puede intuirse que la jerarquía eclesiástica intenta tomar el control de todos los mensajes emitidos por la Arquidiócesis, principalmente los relacionados con los graves casos de pederastia clerical. Quizás quiera decir esta actitud que solamente puede entrevistarse a Jesús Priego Rivera y Armando Martínez Gómez para que hablen del desarrollo de esta ominosa historia en que se ha visto hundida la Iglesia Católica.
TEMORES.- En voz de José Luis Chalita Menzur, presidente de “Nuestro Centro”, los comerciantes establecidos en la zona de Álvaro Obregón y de Julián de los Reyes han expresado sus temores por las graves afectaciones económicas que pudieran sufrir a causa de las obras de restauración que allí han comenzado a realizarse. Después de las negativas experiencias de tantas obras en esta Capital, como son Avenida Universidad, Alameda y Calle de Arista, existe miedo de que los negocios vayan a verse afectados por los largos tiempos de ejecución con que el gobierno ejecuta los proyectos en que se enfrasca.
CALZADA.- En una reciente sesión del Cabildo se informó que la Calzada de Guadalupe, así como otros sitios de valor histórico y arquitectónico en esta Capital potosina, serán restaurados con inversiones federales. Aunque dicha información debe darse acompañada de cifras y datos más concretos, podría tratarse de una estupenda noticia para quienes habitamos en esta ciudad, porque los sitios más importantes se encuentran en franco deterioro o casi desmoronados. Tal es el caso de la Calzada de Guadalupe, en donde incluso hace falta imponer fuertes restricciones a la destrucción de fincas y a la autorización de antros.
ANTRONIZACIÓN.- Acerca de la Calzada de Guadalupe y de la amenaza que hay sobre esa poderosa vena de la fe potosina de irla poco a poco antronizando, como ya sucedió lamentablemente con Avenida Carranza, existe preocupación entre los vecinos y quienes le tienen especial afecto a causa de las actividades que habrán de realizarse en una edificación todavía en proceso, muy cercana a la Basílica y sobre la acera poniente. Allí fue demolida recientemente una finca, quizás sin valor arquitectónico, pero que daba un aire tradicional a la Calzada. Parece que en la moderna construcción que la sustituyó se ubicará un antro.
FAVELAS.- Parece que la declaración del regidor Gerardo Aldaco Ortega, en el sentido de que en esta Capital potosina también existen favelas como las de Río de Janeiro, gobernadas por grupos mafiosos y en donde se ha debilitado la presencia del gobierno constitucionalmente instituido, causó un grave impacto entre otros miembros del Cabildo y el propio presidente municipal. Sin embargo, la opinión del joven regidor tiene bases objetivas, por más que traten de minimizarse. Uno de los sitios ingobernables de la ciudad, hasta donde hemos escuchado por jóvenes que han sobrevivido milagrosamente a la agresión, es Los Arbolitos.
VIOLENCIA.- En Los Arbolitos, entre Salk y Periférico, hacia el sur de esta ciudad, sucedieron los graves acontecimientos de hace una semana, cuando grupos pandilleriles se enfrentaron en un sangriento choque del cual resultaron varios muertos, sin que hasta hoy las autoridades informen de sus cifras y nombres. Cuando llegaron las fuerzas policiacas, también a ellas se les recibió a balazos y petardazos. Todo ello proporciona un signo sobre el estado de descomposición en que se encuentra el tejido social en esta Capital, el cual parece tratar de ocultarse, como sucedió con la declaración del regidor Gerardo Aldaco.