“Goteras y material deficiente en la L12”

La empresa Systra detectó daños en la obra civil del tramo elevado de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, como problemas en el drenaje, goteras, variación de color del concreto, fisuras y grietas. También advirtió la mala calidad de los sellados de mortero, según su informe final.

De acuerdo con el documento, la auditoría que realizó la firma francesa pone en “evidencia daños y desórdenes de diferentes partes de la obra” y se extiende sobre el tramo elevado que fue cerrado desde hace tres meses por fallas técnicas.

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La inspección se realizó desde la estación Culhuacán a Los Olivos y luego en el tramo de Tlaltenco a Los Olivos. Estas irregularidades se incluyen en el informe de Systra que a su vez, señala que la incompatibilidad entre vías y trenes fue lo que provocó el desgaste ondulatorio en la Línea Dorada.

Los detalles

En lo que se refiere al drenaje y fugas, la auditoría expone que su instalación “no es perfecta”, debido a la ausencia de equipamientos específicos entre los tramos para el desalojo del agua y de la lluvia.

“El agua gotea al nivel de la junta de tramos, los defectos se acumulan sobre la longitud del viaducto”, se lee en el documento.

Systra aclara que no es normal para pieza prefabricadas, como son las vigas y tabletas, la variación del color del concreto. También en estas piezas que forman el tramo elevado se observan fisuras.

La empresa francesa concluyó que los sellados de mortero en los anclajes están dañados y “esto es probablemente debido a la calidad del mortero utilizado”.

Sobre el tema de los durmientes, fabricados con concreto prensado, la empresa detectó que hay fisuras en 10 mil 626 piezas. De igual forma señaló que la sustitución de 4 mil durmientes afectó el balance de la vía.

No obstante, la firma francesa concluyó que el comportamiento de las obras de concreto es normal, no existe un riesgo de desarrollo vibratorio bajo el paso continuo de los trenes.

Sin embargo, la velocidad de los convoyes deberá ser limitada a 90 kilómetros por hora, para evitar el desarrollo de las vibraciones.

Al respecto, el consorcio constructor, integrado por ICA, Alstom y Carso, declinó emitir opinión sobre el informe de Systra.