El Mundial de fútbol y eventos deportivos, mar de pérdidas para organizadores

Los grandes eventos deportivos dejan pérdidas para los países y las ciudades donde se realizan.

Siempre se ha pensado que la organización de un evento deportivo como un mundial de fútbol o los juegos olímpicos dejan enormes ganancias económicas e impulsan el desarrollo de los países organizadores.

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Sin embargo, históricamente, los grandes eventos deportivos tienen un impacto económico moderado en los países y las ciudades que son sedes, y en muchas ocasiones dejan deudas.

Siempre se cita el caso de Montreal, Canadá, ciudad que organizó los juegos olímpicos de 1976 y que tardó 30 años en pagar una deuda de 2.800 millones de dólares de la época.

Un informe del Saxo Bank explica que generalmente se asume que un mundial de fútbol es muy rentable económicamente para un país, por aumento del turismo, creación de empleo y millones de dólares en boletas para los partidos y patrocinadores.

El problema, explica el analista Matt Bolduc, es que en este tipo de eventos generalmente se subestiman los costos, mientras que se sobreestiman los beneficios.

Y la principal razón es que los países organizadores solo reciben el dinero de las boletas de entradas para los partidos, un dinero por albergar el certamen, el cual está alrededor de 500 millones de dólares, y lo que se percibe por turismo.

Mientras que la Fifa se queda casi con la totalidad de los patrocinios, derechos de televisión y ventas de mercancía alusiva al mundial, cifra que llegó en Alemania 2006 a los 3.200 millones de dólares.

Otros analistas explican que estos eventos son simplemente una excusa para que los gobiernos pongan en marcha proyectos que se necesitan.

POCO IMPACTO PARA BRASIL

En Brasil, por ejemplo, los 11.000 millones de dólares que se han gastado en la organización del evento, en su mayoría de los bolsillos de los contribuyentes, han causado gran descontento en una población que asegura que ese dinero se hubiera podido invertir más en servicios públicos, inversión social, educación y salud.

La agencia calificadora Moody’s aseguró hace un par de semanas que el máximo certamen del fútbol a nivel global tendrá un impacto “poco duradero y pequeño para la economía del país”.

La calificadora agregó que solamente se beneficiarán el sector de alimentos, hotelero y de transportes, mientras que en el resto los efectos incluso serán negativos. Además cuenta como perjudicial las interrupciones en el tráfico y la pérdida de días laborales.

El banco suizo UBS añade a estos problemas, que también se puede afectar la producción industrial, la balanza de pagos y la inflación.

Un estudio de la Fundación Getulio Vargas y la firma EY (Ernst&Young), estima que la organización del mundial ha tenido un impacto económico de 64.000 millones de dólares, pero solo 10.161 se han destinado a inversión directa para asegurar la infraestructura adecuada.

El informe de UBS sostiene que el otro problema para el país es que la inversión solo se limitó a ciertas ciudades y estados.

De las cerca de 90 obras incluidas como legado del Mundial de Brasil, 44 se entregaron terminadas, 15 incompletas y 32 serán concluidas después de la competición.

LAS PÉRDIDAS DE SURÁFRICA

El Mundial de Suráfrica, el primero en ese continente, tampoco tuvo el efecto económico esperado.

En un estudio, de Stan du Plessis y Wolfgang Maenning, publicado por la universidad alemana de Hamburgo, se demostró que los turistas y las reservaciones de hoteles estuvieron muy por debajo de lo estimado, pues solo llegaron 90.000 personas de las 320.000 esperadas.

Suráfrica gastó cerca de 40.000 millones de dólares en preparación para la competencia en proyectos de infraestructura y se estima que los ingresos totales llegaron a 15.000 millones de dólares.

La facturación por boletas más la compensación de la Fifa por albergar el evento ascendieron a 1.000 millones de dólares.

En el país africano se estima que los negocios locales (hoteles, restaurantes y otros) recibieron unos 600 millones de dólares.

ALEMANIA, SIN IMPACTO

Para este mundial, se calcula que la organización costó unos 2.000 millones de dólares mientras que las entradas para el país alcanzaron los 500 millones, por concepto de boletas para los partidos, turismo y ser sede del evento.

En otro estudio del profesor Maening, ‘Impactos económicos de las copas mundiales de Francia 1998 y Alemania 2006’, este demostró que cifras como el empleo, el turismo o los ingresos no tuvieron mayores variaciones durante estos certámenes.

LA EUROCOPA TAMPOCO SE SALVA

En este evento organizado de manera conjunta por Polonia y Ucrania en el 2012, los dos países gastaron unos 25.000 millones de euros (16.000 millones, Polonia; y 9.000 millones, Ucrania), en la organización, los ingresos no llegaron a los 2.000 millones de euros.

LOS JUEGOS OLÍMPICOS, OTRO CASO PERDIDO

En un estudio del Saxo Bank de los Juegos Olímpicos de Londres del 2012, se explicó que el Reino Unido perdió unos 24.000 millones de dólares con dicho evento.

“En cuanto a los beneficios netos (tangibles e intangibles) los costes, y sin duda los beneficios aparentes a nivel de todo el país, el país no podrá recuperar el dinero”, afirmó la entidad.