Reforma fiscal afecta deducibles en maniobras de transportistas

Por “virtud” de la regresiva Reforma Fiscal, los transportistas mexicanos se han visto afectados por un recorte de sus deducibles de 20 a 8 por ciento en lo que concierne a las operaciones y maniobras de carga y de descarga de mercancías, denunció ayer el dirigente de la AMOTAC, Adolfo Torres Mendoza.

De acuerdo con el transportista potosino describió como una aberración la reducción de 12 por ciento de este deducible fiscal, por lo que entraña en su efecto de desempleo directo de los trabajadores que realizan estas maniobras de carga y descarga de mercancías.

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Además, sostuvo, el efecto que se causa con estas medidas “ocurrentes” y encaminadas sólo con un ánimo de recaudación, se verá en fechas próximas reflejada en el encarecimiento de los bienes y servicios al consumidor final.

Manifestó que, además, el deducible de 20 por ciento aplicaba no sólo a la cobertura de los gastos de maniobras de cargas y descargas de las unidades de transporte, sino que una parte importante se destinaba a cubrir las pérdidas generadas por dichas maniobras en lo que se refiere a productos altamente perecederos, como las frutas, las verduras y las legumbres.

Por otra parte, las autoridades fiscales no han dado cuenta de hacia dónde se canalizarán los recursos que obtendrán de la reducción de este importante deducible, pues no se traducido aún en el mejoramiento de la red de carreteras y caminos, por lo que se presume que este será “inyectado” a las costosas e improductivas burocracias.

El efecto es devastador, si se toma en cuenta que los operadores de las unidades de transporte de carga federal deben ocupar hasta el 50 por ciento de sus ingresos en viáticos y peajes; y es más grave cuando se repara que estos, cada mes están obligados a permanecer fuera de sus casas entre 20 y 25 días, lo que entraña gastos extraordinarios de alimentación y hospedajes.

Por otra parte, y aunque el efecto no acaba de notarse, debido a que apenas estamos en el segundo trimestre, hay que pensar en el impacto que se tendrá el fin de año, y que e desprende de la acumulación de deudas familiares y propias de la prestación del servicio ya que –dijo –, de por sí ya estamos endeudados con las gasolineras, las refaccionarias y los bancos, mientras que nuestros instrumentos de trabajo, las unidades de transporte, ya se encuentran en estado de chatarrización.

Es lamentable que estas cosas sucedan y que quienes nos representan en las Cámaras de Diputados y de Senadores no escuchen a su pueblo, que no existan los líderes sociales y políticos y que los pocos que hay sean juzgados como “locos”, en tanto que la situación económica, social y política del país cobra niveles de insostenibilidad.