El abogado de la Arquidiócesis de San Luis Potosí A.R., Armando Martínez Gómez, fue acusado por la Federación Mexicana de Colegios de Abogados de pretender obstruir la acción de la justicia civil en el proceso iniciado contra el ex sacerdote Eduardo Córdova Bautista, en un afán de limpiar la credibilidad de “la iglesia”.
Arturo Fernández, portavoz de la FMCA, interrogado sobre el recurso aludido por el abogado Martínez Gómez y referido por el procurador general de Justicia en el Estado, Miguel Ángel García Covarrubias, y que se sustenta en el canon 1445 del Código Canónico de la Iglesia Católica, y que obliga a los ministros de ese culto a guardar silencio, le recordó al servidor público que el Código Canónico no rige en México ni en San Luis Potosí.
El código canónico –dijo—rige las relaciones de la Iglesia, pero no las relaciones Iglesia-Estado, razón por la que ni el presidente del Colegio de Abogados Católicos, el procurador pueden con ese argumento eludir sus responsabilidades en el proceso judicial-penal que se ha puesto en marcha contra Eduardo Córdova Bautista.
Dijo que pareciera más bien una estrategia del abogado Martínez Gómez, en un intento de lavar la imagen de la iglesia ensuciada por los continuados casos de pederastia que se han venido registrando no sólo en México, sino en otros muchos países del mundo, entre ellos Alemania, Estados Unidos e Irlanda.
La estrategia del abogado que representa la causa de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, fue descrita como un intento de tender una cortina de humo, para lavar la imagen, en particular ahora que ha estallado el caso de Eduardo Córdova descrito como un depredador sexual serial y al que se le ha protegido desde la jerarquía arquidiocesana y desde el poder público, a lo largo de tres décadas.
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