El autor presenta el libro poético “Arder la casa”, que reúne 60 creaciones líricas
Hoy en día en el mundo existen demasiadas fuerzas con las que cotidianamente es difícil lidiar en cualquier vida humana y, por más extraño que parezca, el único antídoto ante ellas está en las cosas más simples y expeditas a nosotros, considera Moisés Vaca, autor de “Arder la casa“.
¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA
El libro, que se presenta hoy en la Casa Refugio Citlaltépetl, habla de ello a partir de 60 poemas numerados, cuya estructura corresponde a secuencias entrelazadas sobre el amor y su cotidiana esperanza, la impotencia ante un mundo injusto y el desconcierto ante un universo sin propósito.
En declaraciones al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) destacó que justo el amor y su cotidiana esperanza es el hilo conductor de la obra.
En ella, dice, “una pareja comienza la esperanzada edificación de una casa para ellos, y el libro trata de contraponer los aspectos positivos de su relación (los detalles cotidianos, el sexo, la estabilidad), con aquellos negativos (el estancamiento, la conformidad, el daño que permite el conocimiento)”.
La casa a la que se mudan, agrega, es la plataforma para desarrollar otras dos preocupaciones: “la Ciudad de México, el mundo humano en su conjunto, el planeta y el lenguaje”.
Para el investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, el mensaje del texto es que existen demasiadas fuerzas con las que cotidianamente es difícil lidiar en cualquier vida humana y hay que percatarse de que la respuesta muchas veces está en las cosas simples.
En la conformación de este libro, el poeta reconoce tres influencias directas: la obra del argentino Roberto Juarroz, “de donde extraje el epígrafe para el libro”, por ser un autor que lo marcó desde que lo conoció, por su arrojo para hacer poemas reflexivos sin ornamentos lingüísticos, figuras retóricas o contenido anecdótico.
“Las otras influencias son Fabio Morábito, tan preciso para captar el trajín de la vida diaria, tan fluido en su ritmo y lenguaje, y Eduardo Lizalde, cuya obra desarrolla esas terribles aprensiones de la condición humana que crecen en la casa”.
Moisés Vaca refiere que sus investigaciones en filosofía política, una de sus áreas de especialización, parecen guardar una conexión temática con su obra poética: La injusticia y lo que puede hacer un individuo para enfrentarla.
“Sin embargo, mientras que mi investigación filosófica gira en torno a ofrecer propuestas sobre cómo remediarla, no sé por qué en mi quehacer poético siempre triunfa una posición más bien pesimista al respecto”, señaló Vaca.