Cosas de la Ciudad

Por el Diablo Cojuelo

DISCRIMINACIÓN.- La dirección del Museo de FFCC se ha visto involucrada en una denuncia de discriminación por parte de un grupo de aficionadas a la práctica del Pole Fitness, que no es otra cosa sino el erótico baile del tubo. A decir de una persona de nombre Karla Hernández García, hubo comentarios ofensivos del director del establecimiento hacia esta forma de expresión, motivo por el cual prohibió que hicieran uso de las instalaciones para una demostración, excepto de la explanada y a un metro de distancia de la locomotora, no la fueran a ensuciar. Rodolfo Ariel Acevedo Oliva, director del Museo, habría prohibió tomar fotos o videos con “posturas inmorales”.
RESPUESTA.- A decir de la gentil Raquel Villegas Martínez, encargada de relaciones públicas del Museo del FFCC, jamás hubo discriminación por parte de la dirección hacia las muchachas practicantes del genial y controvertido “baile del tubo”, pues sí se les permitió usar la explanada del edificio, más no los interiores, porque ese tipo de contorsiones y exhibicionismos del cuerpo femenino son una actividad ajena a su misión, “que es exhibir, divulgar y conservar el acervo ferroviario.” Además tampoco se les impuso realizar fotografías y videos a partir del juicio moral del director Rodolfo Ariel Aceveo Oliva, como dice Karla Hernández García. Nosotros tenemos dudas.
INVESTIGACIÓN.- Luego de las denuncias por discriminación que las practicantes del “baile del tubo” hicieron en contra del arquitecto Rodolfo Ariel Acevedo Oliva, sería bueno que autoridades del gobierno investigaran lo que sucede intramuros del Museo del FFCC. No solamente queda bajo sospecha que una institución gubernamental haya cerrado sus puertas a un grupo de personas que pedían utilizar esa infraestructura para actividades expresivas y artísticas, sino que el pretexto para hacerlo quizás allá sido un cuestionable concepto de moral y de estética del encargado. Además, pesan contra Acevedo denuncias de corrupción y abuso sexual en ese lugar.
AMBULANTAJE.- Sería bueno que las autoridades informaran claramente qué piensan hacer en los patios de lo que fuera Estación de FFCC y en donde sólo sabemos que pretenden realizar una Zona de Transferencia para el Transporte Urbano. A decir de miembros de la Sección 24 del STFRM, hay el proyecto de sentar allí a cientos de vendedores callejeros, con lo cual ese perímetro de la ciudad se convertiría en un infame zoco. De por sí hay zonas del centro que han sido virtualmente ocupadas por franeleros, como para todavía tener una enorme franja poseída por controladores del mercado informal. Y lo peor, que fuese por concesión de servicios electorales.
SEPARADO.- Por alguna razón que sólo entienden quienes saben cómo se desarrolla esa secreta grilla dentro de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, el Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero fue separado del tema relacionado con el ex sacerdote y multipederasta Eduardo Córdova Bautista, al menos ante los medios masivos de comunicación. A partir de las declaraciones ofrecidas ayer, solamente están autorizados a declarar sobre el asunto el vocero de la Arquidiócesis, Juan Jesús Priego Rivera, y el representante legal de la misma, Armando Martínez Gómez. El Arzobispo Cabrero Romero únicamente se dedicará a pastorear a su rebaño hacia la Jerusalén celestial.
PARÁLISIS.- Aunque no quiera reconocerse, la reforma fiscal se ha convertido en un grave escollo para la actividad económica. Miles de personas con actividades empresariales o profesionales han sufrido gravemente por algunas de sus características, como es la relacionada con la gestión de facturas electrónicas a través del portal del SAT. Parece que el servidor de Hacienda es insuficiente para dar entrada a millones de datos que le son pedidos por parte de los contribuyentes de todo el país, motivo por el cual una factura electrónica dura horas en obtenerse. Conocemos casos de personas que han iniciado su petición a mediodía y obtienen resultados hasta la madrugada.