Conjuntivitis, causante de irritación y lagrimeo

Inflamación y enrojecimiento de la conjuntiva (membrana ubicada entre ojo y cara interna del párpado que se encarga de mantener la humedad necesaria) que, generalmente, es causada por bacterias, virus y alergias.
Conjuntivitis
Esta infección se caracteriza por ocasionar secreciones, ardor, irritación y lagrimeo.
Conjuntivitis bacteriana. Se caracteriza por generar secreción amarillenta, enrojecimiento, comezón y acumulación de líquidos en párpados; su aparición generalmente se asocia con la infección por estafilococos y estreptococos. Se contagia cuando los ojos tienen contacto con toallas, pañuelos, almohadas y cosméticos contaminados, así como al tocarlos con las manos sucias.
Conjuntivitis del recién nacido. Suele contagiarse al momento en que la cabeza del bebé atraviesa el canal vaginal durante el parto, específicamente a causa de infecciones genitales que padece la madre, por ejemplo, clamidiasis o gonorrea. Cuando este padecimiento se complica puede ocasionar ceguera debido a que la córnea puede sufrir perforación, lo que llega a ocurrir en 20% de casos; sin embargo, la mayoría de las veces esta afección se manifiesta en forma leve y cede mediante la aplicación de gotas oftálmicas que prescribe el pediatra. Conjuntivitis hemorrágica. Infección ocular que inicia repentinamente y se manifiesta con enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño y quemadura, inflamación en párpados, dolor, lagrimeo excesivo y secreción de sangre en ambos ojos. Es causada por los microorganismos llamados enterovirus serotipo 707 y virus coxsackie A247, los cuales pueden ingresar a los ojos cuando se tiene contacto con toallas o pañuelos contaminados.
Conjuntivitis de inclusión. Se debe a la bacteria Chlamidya Trachomatis, y su aparición es frecuente en regiones secas y calurosas, y se adquiere cuando el ojo tiene contacto con toallas y pañuelos contaminados, o bien, en el momento del parto.
Conjuntivitis primaveral. Su origen es alérgico y suele presentarse de manera periódica en primavera o verano, debido a que en estas estaciones del año suele haber mayor contacto con alergenos, como el polen.
Conjuntivitis viral. Infección severa que, además de causar las molestias propias de la conjuntivitis, ocasiona la aparición de vesículas en el párpado, las cuales se ulceran; en muchos casos daña las córneas.
Causas
Infección por bacterias y virus.
Contacto con polvo, polen, pelo de animales, plumas de aves, humo o humedad, especialmente cuando se padecen alergias.
Contaminación ambiental.
Usar lentes de contacto sin desinfectar.
Utilizar cosméticos viejos o prestados.
No desmaquillarse los ojos diariamente.
Agua de albercas cuando se nada sin goggles.
Al atravesar el canal de parto de una madre infectada.
Tocar los ojos con las manos sucias.
Síntomas
Inflamación de la conjuntiva y párpados.
Comezón.
Ardor y enrojecimiento.
Lagrimeo.
Secreciones espesas y blancas si es a causa de bacterias y virus o transparentes y líquidas si se trata de reacción alérgica.
Disminución de la visión.
Sensibilidad a la luz.
Sensación de tener un objeto extraño en el ojo.
Hemorragia ocular.
En algunos casos, congestión nasal y estornudos.
Ulceración y secreción de pus cuando es ocasionada por virus o bacterias.
Si la infección se torna severa puede derivar en ceguera.
Diagnóstico
El oftalmólogo realiza detallada exploración física e historia clínica, en la cual incluye información sobre antecedentes personales y familiares de alergias; asimismo, pregunta al afectado si utiliza lentes de contacto y qué método de esterilización practica. Posteriormente solicita análisis de las secreciones oculares para determinar si el padecimiento es de tipo infeccioso.
Si se trata de conjuntivitis alérgica, regularmente se realizan estudios de sensibilización para determinar cuál es la sustancia que la produce.
Prevención
Evitar contacto con elementos a los que se es alérgico.
Si se usan lentes de contacto deben lavarse y desinfectarse todos los días; puede recurrirse a soluciones que los mantienen lubricados y libres de gérmenes.
No usar cosméticos viejos ni prestados.
Evitar compartir objetos y productos de uso personal, como toallas o pañuelos.
Utilizar goggles al nadar.
Hay soluciones oftálmicas de venta libre que pueden utilizarse frecuentemente (siempre leer las instrucciones indicadas por el fabricante) para proteger a los ojos de los contaminantes del medio ambiente.
Antes de que una persona se embarace debe asegurarse que no padece ninguna enfermedad de trasmisión sexual.
Nunca frotar o tocar los ojos con las manos sucias.
Desmaquillarse los ojos diariamente, para ello puede recurrirse a cremas y toallas limpiadoras.
Tratamiento
La terapéutica inicial de la conjuntivitis, sea bacteriana, viral o alérgica, es la limpieza de los ojos con agua o suero fisiológico.