El gobierno de Estados Unidos reunió en la noche del miércoles a todos los senadores en una sala del Capitolio para explicarles los detalles de la polémica liberación y canje del sargento estadounidense Bowe Bergdahl por cinco talibanes presos en Guantánamo (Cuba), muy criticada por algunos legisladores.
Durante este encuentro, clasificado, altos funcionarios de Inteligencia que participaron en el proceso de liberación del sargento mostraron a los senadores un vídeo de diciembre de 2013 en el que se constata el deterioro de la salud del joven respecto a imágenes de años anteriores, según informaron fuentes oficiales al diario The Washington Post y la cadena CNN.
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Numerosos miembros del Congreso habían expresado en los últimos días su malestar por el hecho de que el gobierno no les notificara el canje con al menos treinta días de antelación, como exige la ley.
El gobierno ha explicado que actuó sin consultar al Congreso ante los “informes creíbles del riesgo de daño grave” para el sargento, cautivo en Afganistán desde junio de 2009.
“No tenía buen aspecto. Creo que eso tuvo que impactar emocionalmente al presidente -Obama- cuando lo vio”, opinó a la salida del encuentro el senador republicano por Illinois Mark Kirk.
Al término de la reunión, varios legisladores aseguraron que la información del Gobierno les había dejado “más preguntas que respuestas”, en palabras del senador demócrata de West Virginia Joe Manchin.
Así las cosas, el esfuerzo del gobierno por explicar a los senadores por qué no se les notificó la liberación y aplacar las críticas no convenció a todos y dejó aún muchas cuestiones en el aire.
El descontento por la falta de información previa es más acusado entre los republicanos, que presionan para que se celebre una audiencia abierta sobre las negociaciones que condujeron al canje, con el argumento de que la convocada por el Comité de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes para la próxima semana a puerta cerrada no es suficiente.
Antes del encuentro de los senadores, el presidente estadounidense, Barack Obama, defendió desde Polonia que su gobierno ha hecho “lo correcto”.
“Independientemente de las circunstancias, cualesquiera que puedan llegar a ser esas circunstancias, tenemos a un soldado estadounidense de regreso”, dijo el mandatario, que esta semana efectúa una gira europea.
El gobierno estadounidense intentó durante años negociar la vuelta a casa de Bergdahl, por quien los talibanes habían pedido inicialmente un millón de dólares y la liberación de 21 presos.
El senador republicano John McCain pidió esta semana que el gobierno aclare qué tipo de vigilancia tendrán los cinco presos afganos trasladados a Catar, que ha accedido a acogerlos durante al menos un año con libertad de movimiento pero bajo supervisión.
El sargento Bergdahl se encuentra en el hospital militar de Landstuhl (suroeste de Alemania), y posteriormente será trasladado a otro centro médico en Texas (EU) para continuar con cuidados físicos y psicológicos.