El proceso judicial-penal constitucional por traición a la patria, interpuesto ante la Procuraduría General de la República contra el actual presidente Enrique Peña Nieto se encuentra en un estado de estancamiento en el que se evidencia que el procurador Jesús Murillo Karam, es sólo una tapadera de la inocultable corrupción, asentó ayer Andrés Manuel López Obrador, durante su visita a la Capital potosina.
En el marco de una larga rueda de prensa, dictada en los altos de un céntrico restaurante, López Obrador aseguró que existen pruebas fehacientes, contundentes, de que el actual presidente de la república viajó al extranjero para entrevistarse con los integrantes de los consejos de administración y socios capitalistas de diversas compañías petroleras para comprometer fórmulas de participación en la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos. Dijo que en este marco, y a pesar de la actitud de funcionarios como Murillo Karam y el secretario de Gobernación (Miguel Ángel Osorio) Chong, los denunciantes agotarán las instancias legales nacionales, antes de reclamar la intervención de un Tribunal de Justicia Penal Internacional para juzgar a Enrique Peña Nieto por el delito de traición a la patria.
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También se preguntó a López Obrador sobre la relación que guarda el Movimiento Regeneración Nacional con la Iglesia Católica, en el marco de las reiteradas denuncias de abuso sexual de los clérigos hacia jóvenes y menores de edad.
El líder de MORENA lamentó el caso en el que se ha involucrado al ex sacerdote Eduardo Córdova Bautista y expresó su deseo de que las autoridades competentes actúen en el marco de su responsabilidad, castigándolo conforme a derecho.
Dicho lo anterior, manifestó que en el Movimiento Regeneración Nacional hay militantes agnósticos, católicos y de otros credos religiosos, lo que demuestra –dijo—, que somos un movimiento abierto, plural, respetuoso de los credos. Andrés Manuel López Obrador describió al arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, como un hombre al que respeta personalmente; también elogió la dinámica de transformación emprendida en Roma, desde el papado, por Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, un hombre que –dijo—, rebasó por la izquierda, ampliamente, a los arzobispos y cardenales ultraconservadores.
Interrogado sobre su visión personal, respecto del estado de cosas que se manifiestan en San Luis Potosí, dijo que en la entidad potosina, a diferencia de otros estados del país, como Guanajuato y Coahuila, entre otros, preexiste la libertad de expresión, aunque en materia de seguridad, empleo, desarrollo económico, administración de justicia, hay mucho que desear. En este sentido, aseguró que el ex gobernador Marcelo de los Santos Fraga y el actual (del que olvidó momentáneamente su nombre), son lo mismo, como es lo mismo el PRI y el PAN, o tal vez, dijo con la pequeña diferencia de que en el PRI son rateros y en el PAN… son ladrones.