Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Educación de la Cámara Alta, considero que estos hechos aislados demeritan al magisterio.
Con el robo y compra de exámenes “perdemos todos: los que lo orquestaron, así también eventualmente la falta de cuidado de las autoridades competentes”, aseguró el presidente de la Comisión de Educación del Senado de la República, Juan Carlos Romero Hicks, al calificar de “lamentable” los hechos y solicitar que se realice una investigación para señalar responsables.
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Una vez que se dio a conocer que una de las versiones del examen de Carrera Magisterial que se aplicaría a maestros de educación especial se vendió en el estado de Veracruz, a un costo de 5 mil a 20 mil pesos, el legislador e integrante de la Comisión Permanente del Congreso, lamentó los hechos.
Ayer Ana María Aceves, directora general de evaluación de Políticas, de la Secretaría de Educación Pública (SEP) dijo que se deberán aplicar nuevamente poco más de100 mil exámenes, pero que podría ampliarse a otros 20 mil más si se confirma que el examen con clave 06811B se filtró antes de su aplicación.
Esto es que serían unos 120 mil de un total de 541 mil por la venta y robo de la prueba que podrían presentarse nuevamente a examen.
El senador panista, Juan Carlos Romero, presidente de la Comisión de Educación calificó de “lamentable” más aún cuando existe una tarea pendiente que es la de “dignificar la labor del magisterio”.
Eso, agregó, significa tener congruencia en los valores.
Consideró que son “casos aislados, sin embargo demerita al magisterio y a todas las comunidades escolares.
El legislador planteó que bastaría un solo hecho para “tomar nota y corregir porque en el mundo ordinario nunca deberían de existir (estas acciones), tampoco se puede descalificar a todo el magisterio por estas conductas. Evidentemente habrá que tener la investigación con las consecuencias de sanción a quién resulte responsable”.
Utilizando los métodos digitales y electrónicos habrá que tener todas las salvaguardas de seguridad.
“En el mundo ordinario, sea el método que se utilice no es para que haya trampa y eso es lo que tenemos que garantizar. El maestro ordinario trabaja de manera honesta, cumplida, responsable, estas son conductas sin duda graves, pero aisladas. No podemos desacreditar a un gremio por unos cuantos, sin embargo hay que tener los controles de seguridad para que esto no se dé y segundo donde exista hay que corregir”.