Paulina Rubio y un empresario que la demandó por no haberse presentado en un concierto en Colombia llegaron a un acuerdo y evitaron ir a juicio el lunes.
“Ambas partes llegaron a un acuerdo amigable” , dijo la portavoz del tribunal Eunice Sigler el lunes en una breve audiencia judicial en Miami.
Rey D’Orta y Jorge Ortega, abogados de la cantante mexicana, se abstuvieron de revelar detalles. Dijeron que el acuerdo era confidencial.
En la audiencia también estuvo presente el abogado de los demandantes, Ray Levy.
El juicio de Rubio iba a comenzar el lunes después de innumerables postergaciones.
La demanda fue presentada en noviembre del 2010, cuando el empresario Carlos Gutiérrez, la corporación Cultural Viva la Música y el Fondo Mixto de Cultura de Bocaya denunciaron que en agosto de ese año Rubio incumplió un contrato firmado con antelación, que estipulaba su presentación en un concierto del Festival Internacional de Cultura de Bocaya.
Rubio alegó que no pudo acudir al concierto por problemas con el transporte aéreo a Tunja, y no por falta de interés. Aseguró que los organizadores fallaron a su compromiso de ofrecerle el traslado en una avioneta privada y por eso ella tuvo que contratar la aeronave.
Los demandantes, en cambio, afirmaron que el contrato establecía que la artista tenía que viajar en avión desde Medellín a Bogotá, y desde allí recorrer unos 130 kilómetros en automóvil hacia el noroeste, hasta Tunja, donde no hay aeropuerto comercial.
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