El Instituto Nacional de Migración (INM) realiza tareas de inteligencia para detectar a los integrantes de pandillas de delincuentes que atacan a migrantes en el sur del país —en las cuatro rutas que utilizan en su tránsito por México—, y comparte la información con autoridades ministeriales y los países centroamericanos, como una nueva estrategia para combatir este fenómeno.
Ardelio Vargas Fosado, comisionado del INM, en entrevista con un Diario de circulación nacional revela así los cambios operativos del área que tomó a su cargo hace año y medio, que incluyen una reestructuración interna que apuesta al combate a la corrupción: hoy existe un centro de monitoreo que a través de cámaras de circuito cerrado permite vigilar el trabajo de los funcionarios en puertos de entrada al país, delegaciones y estaciones migratorias; además, él puede verificar desde la computadora de su oficina qué hacen los servidores de cada área, en tiempo real.
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En la prevención y el combate a los delitos contra migrantes, revela que hay avances, ya el INM trabaja en coordinación con el grupo en el que participan el Ejército, la Marina y policía local. Tan sólo el año pasado, de forma conjunta se detuvo a poco más de 250 presuntos responsables vinculados con delitos contra migrantes.
¿Cuál es el diagnóstico sobre el fenómeno, cómo se está atacando?
Ubicamos la parte delincuencial precisamente en los grandes cuatro corredores de la ruta del migrante y los analizamos junto con los grupos de coordinación. Hemos avanzado. Todavía hay muchos problemas. Si te dijera que el tema está acabado y está resuelto sería una mentira.
“La necesidad nos llevó incluso a eficientar sistemas de inteligencia para ir recolectando la información que los propios migrantes estaban dando e ir ubicando zonas sensibles en la ruta del migrante”, detalla.
El comisionado de Migración indica que “si yo puedo hacer un trabajo que sirva para darle seguridad a los migrantes como lo estamos haciendo ahora, que nos critican porque de repente hacemos trabajo de inteligencia y nos mezclamos con los grupos para obtener información, pues sí, pero es para hacer más eficaces, yo sí quiero ponerle nombre y apellido a cada grupo, a las pandillas que están ahí”.
Comenta que la información de inteligencia ha dado resultados. “Con el Salvador, Honduras y Guatemala estamos teniendo una coordinación interinstitucional, la gente que detectamos que pertenece a pandillas cruzamos información con estos países, y han resultado ser gente que tiene homicidios, robos o violaciones”.
Se ha detectado que no son los cárteles como Los Zetas los que están operando en el sur del país contra la población indocumentada. “El ataque a los migrantes se da por grupos de delincuencia desorganizada, en el sur lo que nos está pegando son gavillas autónomas que operan en determinadas regiones de esta ruta, son grupos más bien identificados con pandillas”, señala Vargas Fosado.
Las rutas que son “foco rojo” son la costa de Chiapas, que va de Ciudad Hidalgo hacia Ixtepec, por la zona del Pacífico; la de la zona fronteriza que va de Motozintla a Frontera Comapala; la ruta de la Selva de Benemérito de las Américas; y la de Tabasco, que tiene como eje central Tenosique. La mayoría usan los ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec y el Chiapas-Mayab, que abordan cada mes alrededor de 6 mil 400 extranjeros, de un promedio de 200 mil que cruzan al año.
¿Han logrado romper la sociedad de personal migratorio con grupos criminales que actúan contra los migrantes?
Hemos penetrado mucho en nuestros esquemas institucionales, te puedo decir que el riesgo que tenemos ya al interior de la institución es mínimo, no puedo decir que estemos exentos del tema; sin embargo, estamos supervisando de forma permanente, revisando que no tengamos una colusión tan grave como ésta.
Menciona que en el tema de la depuración del INM “vamos caminado, y efectivamente uno de los principales problemas que encontramos cuando llegamos al Instituto era el tema de la corrupción. Hemos tenido que separar a mil 409 funcionarios y empleados, por irregularidades como pedir dádivas por algún trámite, encontramos algunos documentos apócrifos en los que se ha autorizado regularizaciones a extranjeros, sobre todo”.
Uno de los casos más graves —detectado en noviembre de 2013— es del ex delegado en San Luis Potosí, Alberto Rojo Zavaleta, quien intentó abusar de una menor extranjera en un centro migratorio, por lo que fue puesto a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR).
“Más de 90% del personal ha pasado por los exámenes de control y confianza, que permite que la institución no corra riesgos de tener funcionarios que no tienen el perfil adecuado”, dice.
ONGs aseguran que persisten anomalías en las estaciones migratorias, que hay áreas de segregación ¿Qué opina?
Soy muy respetuoso del punto de vista de las organizaciones, sin embargo, nosotros trabajamos sobre todo en las estaciones migratorias. Ordené instalar cámaras de circuito cerrado en todas, tengo una vigilancia permanente en las estaciones. Tengo un centro de monitoreo tanto para estaciones migratorias como en los puntos de internación al país más importantes para detectar anomalías, y desde mi máquina puedo estar observando lo que está sucediendo. Entonces cualquier irregularidad, la que sea, yo la detecto, tengo observación las 24 horas.
“En las estaciones migratorias lo primero que hicimos fue ver la higiene, las condiciones de estancia dignas, ver la atención médica. Tenemos una separación muy clara de familias, área de mujeres, de varones, de menores que no los recibe el DIF de 12 a 17 años, para no mezclarlos con la población general y darles atención especial”, remarca el comisionado.
Enfatiza que “no tenemos celdas de segregación, cuando hay necesidad de separar a una persona del resto de la población, por riesgo sanitario, por ejemplo, hay gente que detectamos con alguna enfermedad contagiosa o viral, buscamos un lugar especial, que son dormitorios; tampoco hay áreas de castigo; otro motivo por el que se separa a la gente temporalmente es la que está muy irritable, agresiva, sería irresponsable dejarlos mezclados”.
“Yo no te digo que no podamos detectar alguna irregularidad, lo importante ahora es que la detectamos y tomamos la medida inmediatamente para corregirla. La CNDH desde 2012 tenía un diagnóstico muy puntual de las estaciones migratorias y hemos resuelto cada punto”, señala.