Hombres que debes evitar en tu vida

Ojo, porque cuando menos te lo esperas, estás frente a uno de estos indeseables 

 Las chicas casi convulsan cuando leyeron en la web una lista de mujeres tóxicas que publicó el diario español El confidencial.

Al segundo la llamada de Monín, toda ofendida por la descripción -según el medio, con algo de humor y un exceso de estereotipos-, de las seis mujeres «dañinas» que los hombres deben evitar para que no les hagan la vida de cuadritos o como explica el diario, un verdadero infierno.

«Debes saber reconocerlas y huir de ellas cuanto antes, no vaya a ser que en menos de nada te veas enredado en una relación que claramente parece ser tu peor enemiga», declaró el diario.

Se referían a las «hackers», «dramas», «con vestido de novia, «más hombres que tú», «eco-vegetariana»-feminista», y «la que habla todo el rato con su madre».

¿Eso nada más? ¿Eso es ser tóxica? Por favor. Ay de mí, que tengo un «chin» de cada una. Bueno, menos de la de «vestido de novia». Aunque tengo que reconocer que poseo par de amigas que sí andan con el ajuar completo en el baúl. Y a la primera que le echan el ojo, ya están llamando a Culebra para coordinar una boda frente al mar, que a propósito me dicen que están de lo más pegadas.

Quien escribió la lista como que no tiene claro la definición de toxicidad. Al parecer desconoce aquellas conductas lesivas, capaces de llevar por el camino de la amargura a un ser humano por cuyas venas corre sangre, y que por corazón no posee un alambre de púas.

En este caso me referiré a hombres cuyos comportamientos sí son tóxicos, venenosos, dañinos, cuyas acciones son tan virulentas.

El mitómano

Este ejemplar miente patológica y continuamente. Se la pasa falseando la realidad. Es un artista de la mentira. Un típico Don Juan, inteligente, hábil, y sumamente peligroso.

Por lo general, posee un harén bien administrado. Ninguna se conoce, viven en áreas geográficas alejadas, y si por casualidad se manejan cerca, no duda en identificarlas como «su amiga del alma», «hermana de la vida», «ayudante personal del trabajo». Una vez lo agarran en su mentira se queda como si nada, te echa la culpa del fracaso de la relación. Entonces, de la noche a la mañana eres una insegura, celosa, incapaz de ver «el gran amor» que siente por ti. Al verse descubierto agarra calzoncillos y chanclas, tira polvos mágicos y no lo ves más. Houdini time!

El eterno Mr. Big

No se llamen a engaño mis amigas. Cierto es que suspiramos cada encuentro de Carrie con el guapote de Mr. Big pero este magnate solo hizo sufrir a la mujer. La trató de lo peor. La dejaba cada vez que quería. Se fue a París y se casó con otra más joven. ¿Que al final se queda con él? Por supuesto, había que acabar la serie.

Sobran los «players» y a esos hay que sacarles el cuerpo. Son seductores, encantadores, atentos. Maestros de los detalles… y las chicas. Solo en el cine se casan y ya ven que dejó a la Carrie vestida y alborotada enfundada en su Vivienne Westwood. Sí, lo sé, se casaron luego. ¡Que martirio! ¿A cuenta de qué se permite todo ese drama?

Estoy más rico que tú

Ay mi amiga, si le brinda más atención a su cuerpo que a ti, ese no es. Para este hombre lo más importante es su apariencia. Conoce más de aromas y lociones que una vendedora de perfumes. Amante del buen vestir y del buen comer. Caculito social, no salen con mujeres de vida social discreta.

Es un «selfie» ambulante. Por lo general, se la pasan contando calorías, y sus pectorales. Sin contemplaciones te dicen que tienes los poros abiertos y la frase que no falla… «tú como que has has ganado peso». Amigas, para salir corriendo.

Los del bolsillo roto

Ojo con estos, en par de meses tienen la capacidad de llevarte a la ruina y no te das cuenta. Esta estirpe siempre se canta pelao, sin un vellón. Nunca tienen para pagar el parking, la cerveza, el cine… Nunca.

Nada les sale bien

El negocio perfecto siempre se les cae. Andan de pelea constante con la vida. Pero curioso, son los primeros que se apuntan en cualquier party. Invitados o no. Son un tanto, por no decir completos, cacheteros. Siempre llegan con las manos vacías, excepto con el gancho para la ropa. Por lo general, se olvidan de darte un obsequio en tu cumpleaños. Esta es la línea preferida… «es que tienes de todo, qué tal si te regalo mi compañía, mi afecto»… No es que sea interesada pero lo poco agrada y lo mucho enfada. Aunque sea que se paguen un maví.