Entre cables, herramientas y sensores Delia Itzel López Dueñas hace ajustes y mediciones. La joven de 14 años checa sus inventos; “trabajo en mi robotito”, dice.
Cuando se adentra en sus proyectos de Mecatrónica, la adolescente se transforma, hace a un lado su personalidad introvertida para crear y ser una alumna que expone de forma perfecta sus prototipos, gana concursos de ciencia a nivel nacional, y tiene un nivel de excelencia académica, con promedio de 10.
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“Me gusta y me apasiona trabajar en mejorar los prototipos, así como aprender cada vez más”, comenta la adolescente.
Delia Itzel asiste a la Secundaria número 7, la misma que ha estado en el centro de la polémica, debido a la muerte de Héctor Alejandro Méndez Mini.
La joven López Dueñas estudia el segundo grado en el turno matutino. Es una estudiante que destaca a nivel nacional y no se dobla ante la situación adversa que ha vivido su escuela. “Claro que es una situación que lamentamos mucho, pero no hay que ver sólo lo malo; en mi escuela hay un nivel muy bueno”, menciona.
Delia tiene un hermano, Omar Alejandro de 11 años; su padre, Omar Jesús López, es operador de ambulancia en el IMSS y su mamá, Delia Guadalupe Dueñas, es auxiliar de enfermería.
La señora explica que su hija siempre ha tenido un nivel de excelencia académica; sólo en primero y segundo de primaria su maestra no le ponía 10, para que le dieran la beca a un niño pobre.
Cuando Delia Itzel cursaba el quinto grado fue seleccionada por sus resultados en matemáticas, en la prueba Enlace, para formar parte de un proyecto de Incubadora de Genios, que se realizó en la Universidad Politécnica de Victoria (UPV).
“A partir de entonces fue otra. Era introvertida, ahora me encanta cuando expone sus prototipos, se transforma y explica muy bien”, comenta la madre de Delia.
En la UPV recibió clases de Mecatrónica durante tres etapas, primero con Electrónica, Mecánica, Tecnologías de la Información y Robótica; al terminar siguió Electrónica más avanzada, Flash y programación de legos.
Posteriormente, cuando concluye esta preparación, la invitan a desarrollar un proyecto y de ahí surge el prototipo Basurero para reciclaje automático selectivo. Itzel explica en qué consiste:
“Cuenta con cuatro áreas principales, que son: un área de sensado, la tarjeta electrónica, los contenedores, y unas pantallas. El objetivo de mi proyecto es crear en las personas una mayor cultura sobre la separación de los materiales. Porque no todas las personas tienen la cultura para separar los materiales donde corresponde”.
Resume que “lo que yo busco es saltarnos ese paso y que vaya directamente al reciclaje. Todo es automático. En el área de sensado se tienen tres sensores: inductivo, reflectivo y capacitivo. Uno detecta plástico vidrio, uno papel y otro metal”.
Con este proyecto ha ganado cuatro concursos nacionales. Incluso en noviembre de 2013 como premio ganó un viaje a Lima, Perú, con sus padres y asesores.
Omar López recuerda que luego de la Incubadora de Genios se propuso apoyar más a su hija. Le comenzó a buscar cursos de Mecatrónica. Primero la llevaron a la ciudad de México, luego llegaron los concursos y fueron conectados con el Tecnológico de Monterrey, donde acudió a un curso, los sábados, durante tres meses de 2013.
Allá Delia causaba sorpresa entre los compañeros con edades de nivel profesional.
La niña relata que, en algunas ocasiones llegaban compañeros grandes y le preguntaban en cuál carrera estaba. “¡No!, yo estoy en secundaria, les contestaba y se sorprendían, ¡no puede ser! ¿cómo que de secundaria?, me contestaban y luego cuando me veían terminar los circuitos ellos mismos me pedían ayuda”.
El IQ de Itzel es de 124 puntos
Aunque a veces de forma cariñosa le llaman niña genio, ella no se considera así, “sólo hago lo que me gusta, ese nivel es mucho más alto”, considera. Pero sí destaca en todo lo que se decide hacer.
Actualmente es bicampeona nacional en el Concurso de Pandillas Científicas y sus padres tramitan, ante la Secretaría de Educación de Tamaulipas, una modalidad para continuar sus estudios denominada Promoción anticipada; de ser así, ella sería la primera alumna, en Ciudad Victoria que pase de segundo grado de secundaria a bachillerato, en un CBTIS. Ya realizó el examen de admisión, sólo están a la espera de los resultados.
“Incluso presentó examen en el Tecnológico de Monterrey y obtuvo mil doscientos puntos, cuando para ingresar se requiere mil ciento sesenta puntos”, compara Omar.
No todo es escuela. También se da tiempo para jugar con sus muñecos de peluche, le fascinan los juegos de mesa y la consola Xbox.
La familia López Dueñas tienen como mascotas cuatro tortugas, dos gatos, dos perros, un cotorro y un pollito.
Como área de trabajo utiliza el comedor. Se observa de inmediato la conexión automática con el manejo de su herramienta y los robots que coloca en la mesa.
Mientras comienza a trabajar, explica en qué consiste su más reciente prototipo, inspirado en cómo combatir la ola de inseguridad que existe en la ciudad.
“Se llama Alarma Multifuncional Teleoperada. Participé y gané en febrero en un encuentro de Pandillas Científicas”, relata.
“Es para seguridad en el hogar. Cuenta con unos sensores que se instalan en la casa y cuando se abra una puerta o una ventana, automáticamente mandarán un mensaje al celular”, detalla.
A Itzel le apasiona perfeccionar sus creaciones y seguir conquistando concursos: “Me gusta lo que hago y ojalá logre desarrollar inventos útiles para la sociedad”.