En su momento, Tom Cruise dijo que consumir la placenta de su hija en cuanto naciera sería “nutritivo”; Kim Kardashian indagó las mejores recetas con placenta para pedirlas a su chef luego de dar a luz y, por su parte, Jennifer López paga costosos tratamientos faciales de placenta humana. ¿Qué tiene de especial este órgano al que las estrellas de Hollywood están recurriendo para conservar su salud y belleza? ¡Entérate!
Placentofagia, Medicina placentaria, Usos estéticos de la placenta
Funciones de la placenta
La mayoría de los mamíferos practican la placentofagia (acto de consumir la placenta después del parto) como forma de restablecimiento físico, así como para evitar dejar rastros de vida que puedan atraer a sus depredadores.
Este órgano, también llamado “árbol de la vida” por las ramificaciones que forman sus arterias, es responsable de la nutrición, respiración, protección y excreción del feto durante su gestación. La placenta pertenece al bebé y no a la madre, por tanto, sus características genéticas son idénticas a la del ser humano en formación.
El cordón umbilical es el conducto encargado de llevar sangre con desechos y sin oxígeno desde el bebé hasta la placenta, que la intercambia por sangre oxigenada y nutrientes como hierro, proteínas, ácidos grasos, glucosa y vitaminas K y B12. Adicionalmente, la placenta contiene hormonas como oxitocina y endorfina, necesarias para la recuperación posparto de la madre, o la gonadotropina coriónica humana, que mantiene la producción de progesterona (hormona fundamental al inicio de la gestación).
Beneficios de comer placenta
Mujeres que se comen su placenta aseguran que previene la depresión posparto, aumenta la producción de leche materna y acelera el tiempo de restablecimiento después del alumbramiento. Además, ya sea cruda o cocinada (incluso existen cápsulas de placenta), aumenta la energía y la sensación de bienestar.
En algunas culturas como la china, las personas preparan recetas con placenta, ya sea humana o de animal, pues según sus creencias, también trata la infertilidad y la impotencia.
Los famosos consumen placenta humana con la convicción de que la llamada medicina placentaria los hará verse y sentirse mejor.
Usos estéticos de la placenta
La industria cosmética ha fomentado los usos estéticos de la placenta. Desde hace años, la placenta de oveja se ha utilizado en la elaboración de tratamientos antiarrugas por ser fuente de vitaminas y minerales con propiedades regeneradoras.
En aras de obtener salud y belleza, existen varios productos que ofrecen sus beneficios:
Cremas o mascarillas faciales de placenta humana aseguran aclarar la piel, mejorar su textura y refinar los poros.
Shampoo y enjuague contra la alopecia.
Endurecedores de uñas.
Desmaquillantes.
Pomada multiusos (para tratar rozaduras, quemadura, ojeras, manchas y cicatrices).
Aceite contra cólicos y estrías.
¿Cómo consumir la placenta?
La forma en que se utiliza la placenta luego del propio parto es una elección personal. Algunas opciones son:
Cápsulas de placenta que la madre puede ingerir diariamente como suplemento vitamínico. Elaborarlas implica enjuagar la placenta, cortarla en láminas finas para deshidratarla (en la cultura china, la calientan suavemente al vapor con rodajas de jengibre). Cuando está completamente seca, se muele y, finalmente, se encapsula.
Bebidas de placenta mezclada con jugo de frutas.
Comer placenta humana cruda, ya sea parcialmente o entera.
Cocinarla (al igual que con la carne animal, hay varias recetas con placenta).
A favor de la medicina placentaria
En la cultura occidental, la placenta ha sido considerada desecho biológico. Pero hay quienes aseguran que la placentofagia es parte del código genético del ser humano que estaría localizado en el cromosoma 7q32.
Además, afirman que otro de los beneficios de comer placenta inmediatamente después del parto es que crea inmunidad en la madre contra el coriocarcinoma (cáncer poco común, pero muy agresivo, que se produce durante o después del embarazo).
A principios de 2014, en Oregon, Estados Unidos, entró en vigor una ley que, con ciertas restricciones de salubridad, reconoce el derecho de la mujer a llevarse la placenta luego del parto. No obstante, en México es considerada desecho biológico que debe tener tratamiento específico para no ser un peligro para la salud (NOM-087-ECOL-SSA1-2002).
Voces en contra de comer placenta
humana
Hasta ahora, no se han realizado estudios científicos que avalen los supuestos beneficios de consumir la placenta. En cambio, muchas voces médicas se han levantado contra su ingesta debido a las siguientes razones:
Los animales comen su placenta para obtener nutrientes, pero los seres humanos se alimentan de otras fuentes, no necesitan del “árbol de la vida” para nutrirse. Una vez que la placenta sale del organismo, pierde sus propiedades; es sólo carne que proporciona proteínas, carbohidratos y grasas, pero sus hormonas se degradan en el aparato digestivo antes de ser absorbidas. Al final es como comer un filete. Las mujeres que se comen su placenta y sienten bienestar experimentan un efecto placebo (fenómeno psicológico de sentir mejoría tras consumir una sustancia que no necesariamente tiene propiedades medicinales).
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