De niño, durante sus primeras experiencias en una cancha de futbol, Diego Reyes prefería hurgar por el césped que seguir la pelota.
Su madre nunca imaginó que el futbol sería su vida, hasta que el ahora defensa de la Selección Nacional y el Porto luso hizo de este deporte su disciplina y forma de vida. Así lo recordó durante su visita a una de las sedes de las Retas de Barrio de Nike. “Yo era muy malo, yo fui a base de trabajo, me quedaba después de los entrenamientos, así fue como fui mejorando, pero de chico, mi mamá me cuenta que contaba las hormigas, que no veía ni el balón”, relató.
“Ella pensaba que no iba a ser para mí el futbol pero poco a poco me fue gustando más y fue mi vida y es mi vida”.
Los entrenamientos en Coapa, a donde se trasladaba desde Satélite, las combinaba con las tradicionales “cascaritas” en su calle de la infancia con los amigos y vecinos, imprescindibles no sólo para cualquier niño sino para todo profesional.
“Cuando estaba en la calle ponía dos piedras, un balón, y empezábamos a jugar, en la misma escuela, son las mejores retas, las que más disfrutas, las que te burlas de tus amigos, en las que echas relajo porque de niño hasta con un bote tratas de jugarlas”, recordó.
“No había momento del día en que no estuviera con un balón, entonces siempre era estar jugando con alguien o solito con la pared”.
El defensa acudió al Deportivo Popular Xochitepec, de Xochimilco, una de las 16 Delegaciones que visitó Nike para definir a los finalistas de este fin de semana. En cada zona participaron alrededor de 250 jóvenes que buscarán ganar por el gusto, aunque sin saber lo que podría depararles el futuro.
“Mientras disfrutes el futbol, mientras lo ames, mientras te guste, si eres bueno o no, con trabajo puedes llegar muy lejos. La base de todo es el trabajo, la humildad y soñando puedes llegar muy alto”, agregó Reyes.
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