Construye ingeniero mexicano autos robot en Berlín

Es lunes por la mañana, el tráfico como es costumbre trastoca las vialidades de Monterrey, esta ocasión no hay estrés y todos los pasajeros pueden tener una vida productiva rumbo a su destino.
Lo anterior, se trata de una visión que Raúl Rojas, un científico mexicano de la Universidad Libre de Berlín (ULB), ha impulsado para llevarla a la realidad en los próximos años.
Actualmente, el matemático cuenta con cuatro patentes de autos autónomos e inteligentes, los cuales permiten el funcionamiento de un vehículo sin un humano como conductor.
En entrevista telefónica desde Berlín, Alemania, Rojas contó a Milenio que ahora trabaja en un prototipo de camión de basura que se conduce de forma autónoma de reversa.
Para evitar accidentes por sus grandes dimensiones, indicó, se buscó que el transporte recolector evite golpes con bardas y semáforos, por lo que se acondicionó con instrumentos inteligentes. El científico Raúl Rojas, en el proyecto que hoy le ocupa: los autos sin chofer. (Milenio Digital)
«El problema que tienen es que son muy grandes y cuando conducen hacia atrás golpean objetos, entonces le pusimos instrumentos de tecnología para detener al vehículo al estar en peligro», dijo.
Se ha llevado a pruebas en la ciudad de Berlín y salió para su operación en 2013.
A parte del proyecto actual, el mexicano y nacionalizado alemán, ha creado otras patentes de vehículos autónomo desde 2007. El primero se trató de una Chrysler Van, el segundo de una camioneta Passat y un auto pequeño Mitsubishi.
«Lo que mucha gente no sabe es que todos los automóviles modernos en realidad son robots, porque se puede controlar por computadora», aseguró.
Dentro de los autos autónomos, explicó Rojas, hay sensores de localización GPS, radares y cámaras de video que permiten reconocer los obstáculos a una distancia de 100 metros.
«Todo lo que una persona tiene que reconocer para poder manejar un automóvil, se reconoce a través de sensores electrónicos en el vehículo y la computadora le pasa los comandos adecuados a los controles más allá del freno y la dirección», expuso. Entre sus patentes, se encuentra otro vehículo que ensambló con tecnología capaz de manejarse con sólo «leer» el iris del ojo.