Marta Esparza, responsable de Vinculación con Mujeres Privadas de su Libertad, de la asociación Nueva Luna. A.C., denunció que las condiciones en las cuales viven las mujeres dentro del Penal de La Pila y la falta de un servicio médico de calidad, incremen-tan los riesgos de enfermedad y muerte de las internas por no tener acceso a las revisiones y tratamientos adecuados para prevenir y curar las enfermedades que se agudizan con el encierro.
Lo anterior lo declaró la activista tras conocer el fallecimiento, en el Hospital Central, de la interna de penal de La Pila, Bárbara Gabriela del Río Rico, a causa de cirrosis, enfermedad que ya padecía desde su ingreso a La Pila, no obstante señaló que la interna tuvo una recaída en el mes de marzo ya dentro del penal, pero los médicos le dijeron que su enfermedad no tenia cura, pero que con los cuidados y atenciones adecuadas para este tipo de padecimientos esta enfermedad podría tener buena calidad de vida.
Denunció que la interna nunca recibió el tratamiento al que le habían hecho referencia, pues en el área femenil del penal no se cuenta con una clínica con los recursos necesarios, además dijo que no hay médicos más que en determinados días y horarios, y que no hay medicamentos.
Fue hasta finales de abril, cuando la asociación Nueva Luna recibió una llamada de auxilio de las internas para que intervinieran y realizando gestiones para que la sacaran de ese lugar y la trasladaran al Hospital Central. Reveló que al entrevistarse con algunas mujeres internas en el penal, ellas se quejaron de las autoridades penitenciarias pues; “todo querían aliviar con un par de perras aspirinas”.
Finalmente Martha Esparza enfatizó que las internas son, desde que entran al penal, responsabilidad de las autoridades penitenciarias, quienes deben responder por cada una de las que ahí están. Advirtió que actualmente hay otro caso igual que no está siendo atendido.
Se quejó que para el Director de la Pila es más importante que les vayan a leer la biblia y las mantengan ignorantes de su realidad. Dijo que la dirección debería preocuparse por las relaciones amorosas entre ellas y ocuparse por brindarles un trato digno a su condición humana a través de la atención medica que se merecen.
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