La jerarquía de la iglesia católica “exigirá” la intervención del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para que se clarifique el asesinato del cardenal de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo, ocurrida hace 21 años.
A través del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México anunció que la solicitud que se enviará al presidente se argumenta que las investigaciones “han estado plagadas de irregularidades y que la única manera de que México sea verdaderamente libre es que se conozca la verdad y se imparta justicia”.
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Ayer se cumplieron 21 años de la balacera en el aeropuerto de Guadalajara en la que resultó asesinato el cardenal Posadas, por lo que se anunció una campaña para “exigir al presidente de México Enrique Peña Nieto, que salga a la luz toda la verdad de los hechos ocurridos” el 24 de mayo de 1993.
La campaña se coordinará a través del portar www.citizengo.org creada por ciudadanos para vincularse con los problemas políticos.
La “petición” al mandatario mexicano es para que “disponga de todos los recursos para clarificar estos hechos”.
En la página electrónica se afirma es que el asesinato del cardenal Posadas “se hizo con medios del Estado y que –según relata el mismo médico forense– fue el entonces presente Carlos Salinas de Gortari quién dio la orden de no realizar la autopsia, además de que también trató de negociar con el fallecido secretario de Gobernación, Carlos Abascal, cerrar el expediente, todo para acallar la voz de la iglesia que denuncia la corrupción”.
Mientras que en la editorial del mismo semanario, bajo el nombre de Una Iglesia sin complejos, la arquidiócesis hizo un recuento del diálogo de los obispos mexicanos , en su encuentro con el Papa Francisco, en Roma.
Acusa que México vive una “aterradora ola de violencia y criminalidad que azota al país y que parece no tener salida”.
Además de que se plantearon temas que tienen al país en una “triste y dramática situación”, como lo que llamó el sistemático ataque a la familia y la defensa de la vida, “amenazada por las leyes irresponsables y criminales que permiten el aborto”.
Asegura que el contexto nacional es propiciado por “grupos políticos nocivos empeñados en borrar del escenario público toda expresión religiosa, como si se tratara de un lastre social, proclamando una idea trasnochada del mal entendido Estado laico donde se pueden expresar todas las ideas menos las convicciones religiosas”.
Aún así la jerarquía católica dice que hay grandes esperanzas para transformar nuestra realidad social marcada por la violencia, la corrupción y la pobreza.