El papa Francisco partió hacia las 08:20 horas locales (06:20 GMT) desde el aeropuerto internacional de Fiumicino de Roma en dirección a la capital jordana, Amán, donde comenzará su viaje a Tierra Santa.
El papa llegó al aeropuerto desde la Ciudad del Vaticano y abordó allí un avión de Alitalia (el A321 “Piazza Duomo-Lecce”), después de ser despedido por autoridades italianas al pie de la aeronave.
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El pontífice argentino, que portaba una cartera negra al entrar en el avión, tiene previsto llegar a las 13:00 hora local (10:00 GMT) al aeropuerto de Amán, desde donde se trasladará al palacio real Al-Husseini para ser recibido oficialmente por el rey Abdalá II.
Así comenzará el viaje de tres días a Jordania, Palestina e Israel, un periplo estrictamente religioso, según el Vaticano, pero que también tendrá un importante carácter diplomático.
Francisco repetirá el histórico gesto de Pablo VI hace cincuenta años de encontrarse en la delegación apostólica de Jerusalén con el patriarca ecuménico Bartolomé I, “en la misma habitación” en la que su predecesor se reunió por primera vez con el entonces líder ortodoxoAtenagoras I.
El papa, como hicieron previamente Juan Pablo II y Benedicto XVI, peregrinará por los lugares símbolos del cristianismo como el Santo Sepulcro, el Cenáculo, el Monte de los Olivos, o el río Jordán, en una tierra donde los cristianos son una minoría.
El domingo irá en helicóptero desde la capital jordana a Belén, donde le recibirá el presidente palestino, Mahmud Abás, y se reunirá con las autoridades, para después celebrar una misa al aire libre en la plaza del Pesebre, junto al lugar donde la tradición dice que nació Jesús.
El lunes, último día de su viaje, visitará al Gran Mufti de Jerusalén en el edificio del Gran Consejo en la Explanada de las Mezquitas y luego Francisco protagonizará otro momento simbólico: la visita al Muro de las Lamentaciones.
