Raphael se convirtió en el quinto talento acreedor de la “Dalia de Plata”, reconocimiento otorgado por el Auditorio Nacional desde 2009, como homenaje a su talento y trayectoria.
Tras ganar la Luna del Auditorio en 2006 y ser parte del Paseo de las Lunas, se unió a Luis Miguel, la coreógrafa Nellie Happee, Juan Gabriel y Marco Antonio Muñiz, quienes recibieron la Dalia anteriormente.
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Después de esta entrega, ‘El Niño de Linares’ salió al escenario a las 20:39 horas para dar su segundo concierto en el Coloso de Reforma dentro de su tour De Amor y Desamor 2014 vistiendo un traje negro y dando sus primeros pasos de baile con “Si ha de ser así” para, con los brazos abiertos y tras juntar sus manos en agradecimiento, interpretar “La noche” y la aclamada “Mi gran noche”.
Siete pantallas rectangulares y dos escaleras al medio del escenario fueron testigos de sus grandes éxitos, que fueron coreados por un público que en repetidas ocasiones se puso de pie. Fue así como “Provocación”, “Se fue” y “Despertar al amor”, donde se quitó elegantemente su saco, sonaron.
“Es un placer estar aquí desde mi casa, el Auditorio Nacional de México como tantos años atrás y otros años que vendrán”, dijo como preámbulo de “Digan lo que digan” para continuar con temas conocidos como “Hoy mejor que mañana”, “Yo sigo siendo aquel” y “Gracias a la vida”, que consideró su canción fetiche y preferida.
Bromeó con la dificultad de aprenderse todas las letras, al tener un repertorio amplio, y agradeció que gracias al público es que son canciones históricas como “Hablemos del amor”, que potentemente interpretó para dar pie a “Estuve enamorado”, “Cuando tú no estás” o “Desde aquel día”.
Con movimientos muy teatrales, aplaudiendo en repetidas ocasiones y haciendo reverencias, el español sumó su concierto número 15 en este recinto complaciendo a su amado público con “Detenedla ya”, al tomar asiento en “No puedo arrancarte de mi” y bailar con las notas de “Maravilloso corazón” entre aplausos y el cántico de los asistentes.
El ánimo siguió al cien por ciento en cada uno de sus temas como “Adoro”, con sombrero y a ritmo de tango “En esta tarde gris”, después “En carne viva”, “Escándalo”, “Ámame” con la cual se intentó despedir y “Qué sabe nadie”. El júbilo y las ganas de cantar lo hicieron romper una vez más el cristal frente al que cantó “Frente al espejo”.
“Les decía al inicio que para mi era una noche tan especial estar un año más en México, este país que desde el primer día que llegué les quiero tanto porque estas cosas son recíprocas y de a dos. Volveré naturalmente aunque sea sólo para decirles que…”, dijo antes de “Como yo te amo” y así cerrar a las 23:23, tras poco menos de tres horas de show.
