Human Rights Watch (HRW) denunció la existencia de un “escuadrón de la muerte” en el sur de Filipinas responsable de cientos de asesinatos, en los que están implicados políticos y policías locales y por los que nadie ha sido procesado.
Según los datos de la policía, entre enero de 2007 y marzo de 2013, se llevaron a cabo 298 asesinatos en la ciudad de Tagum, en la región de Mindanao, atribuidos al llamado “Escuadrón de la Muerte de Tagum”, dijo la ONG.
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En el informe “Un tiro en la cabeza: Matanzas de Escuadrones de la Muerte en la ciudad de Tagum, Filipinas”, HRW acusó al exalcalde de la localidad Rey “Chiong” Uy, entre otros políticos, de estar implicado en los asesinatos.
Las matanzas tuvieron como objetivos a supuestos traficantes de drogas, autores de delitos menores y niños indigentes, explicó la organización.
“El exalcalde de Tagum ayudó a organizar y financiar el escuadrón de la muerte implicado en el asesinato de cientos de residentes , dijo el subdirector de HRW en Asia, Phelim Kine, que destaca que Rey Uy describió a estos ciudadanos como “malas hierbas”.
“Él (Rey Uy) y otros oficiales de la ciudad y policías apoyaron los asesinatos selectivos como una forma perversa de controlar el crimen”, explica Kine.
El informe añade que desde su elección en 1998 el ex alcade, sus colaboradores y oficiales de la policía, contrataban, equipaban y pagaban a un grupo formado en su momento álgido por 14 personas.
El documento de HRW se basa en entrevistas a supervivientes de intentos de asesinatos, testigos, policías y a tres antiguos miembros del escuadrón, que explican cómo aquellos que se negaban a seguir órdenes se arriesgaban a convertirse en una víctima más.
Según HRW, los homicidios ocurrían normalmente en la calle, a plena luz del día y eran perpetrados por hombres que iban armados con pistolas, llevaban gorras y gafas de sol para no ser reconocidos y llegaban al lugar del asesinato en motocicletas.
Además, para asegurarse de que la policía no interviniera, los miembros del grupo informaban a los agentes de sus operaciones por mensaje de texto, que a su vez, tras el crimen, avisaban a los asesinos si algún testigo les había identificado.
HRW denunció que las autoridades no han llevado a cabo una investigación seria de las matanzas de Tagum, y señaló que incluso el presidente del país, Benigno Aquino, ha ignorado las muertes de esa y otras zonas urbanas filipinas.
Otras instituciones, como el Ministerio de Justicia, la Policía Nacional, el Defensor del Pueblo y la Comisión para los Derechos Humanos han hecho muy poco para combatir los escuadrones de la muerte, según el informe.
“La falta de acción del gobierno de Filipinas para acabar con los escuadrones de la muerte ha contribuido al espantoso número de víctimas en la ciudad de Tagum”, dijo Kine.
“El presidente Aquino tiene que lanzar el mensaje claro y urgente de que utilizar escuadrones de la muerte para controlar el crimen es ilegal y se debe terminar”, concluyó.
