Lo que une la política, que nadie lo separe…

LIC. MARGARITA ZAVALADE CALDERÓN:+Cuando la política yla religión se tocan Anónimo

Efectivamente, Margarita, cuando el concepto de la unión eterna pasa del terreno de la religión al de la política, provoca efectos similares: usted es esposa de Felipe Calderón con todos los efectos positivos y negativos y es de esperar que los panistas juzguen la herencia que su esposo le dejó al país.
Esto que le digo no es un sesgo en favor de nadie, porque en la pugna ya por concluir por la dirigencia panista, no se ve, como pasó con su marido en la campaña presidencial, al menos peor.
Ambos candidatos son pésimos pero, como diría un español que mucho estimo, es lo que hay. Pobre PAN, siempre tuvo gente de primera en política y en honestidad, hasta que los panistas llegaron a la Presidencia y los prietitos en el arroz se volvieron un plato de frijol negro…
Sé que usted tiene su propia personalidad política y eso es muy respetable, tiene derecho a expresar sus apegos y convicciones, pero su inclinación hacia Ernesto Cordero no sonó en los oídos ni fue vista por los ojos de la opinión pública como una decisión suya, sino, lo menos, como una sugerencia de su esposo y mentor de ese candidato específico porque lo que también la política une, nadie lo puede desbaratar…
Nada agradable será que ese anuncio suyo pueda volverse un bumerang en su contra, Margarita, por la decencia política con la que prácticamente el país entero la identifica.
Ha sido una política honorable y fue una esposa ejemplar del Presidente de la República. Muchos rumores circularon durante el sexenio sobre el papel que usted jugó como esposa y como política; hubo quienes lamentaron que usted no lograra ejercer una buena influencia en su esposo en muchos momentos.
¿Cuántas veces estuvo de acuerdo con él; cuántas otras discrepó de sus decisiones? Eso, ustedes dos lo saben, pero la herencia política al país, ni modo, señora, usted la compartió.
Ahora, usted se ha declarado corderista. Estaba en su derecho y repito, no hay a cuál de los dos candidatos irle, pero su peso político es mucho y muy específico.
Puede ser que se logre el efecto deseado de que en ese momento de la campaña su adhesión significara un fuerte jalón hacia arriba en las preferencias de los electores por el ex secretario de Hacienda, pero también puede generar el efecto contrario, incluso de similar magnitud.
Ya veremos hacia dónde se mueva la simpatía en el curso de esta semana, cuando pasado mañana vayan a la urna y voten.
Espero que a la imagen de usted, los electores agreguen la memoria de lo que Cordero hizo cuando fue titular de Hacienda, por sus propias decisiones o por las órdenes de su jefe, el presidente. O, incluso, las malas decisiones del colaborador que fueron dejadas pasar por el jefe, en perjuicio del país entero.
Siempre la he respetado y lo seguiré haciendo. Le ruego ver en estas líneas un deseo sincero de reconstrucción del PAN que, lamentablemente, es demasiado lejano el momento en que eso se pueda lograr.
Felipe Calderón, el gran derrotado
ACT. ERNESTO CORDERO,
EL PRESUNTO DERROTADO:
+Es una victoria de mierda y
la nuestra una derrota de coraje
Hugo Chávez
Espero que no se sienta tan frustrado con su presunta derrota, pero creo que en realidad no es tan suya —aunque hizo todo lo necesario para merecerla— como de su jefe y patrocinador.
Felipe Calderón y no usted es el verdadero gran perdedor, porque si a él le conservaran algún respeto y algún agradecimiento los escasos militantes que actualmente tiene su partido, quizás a regañadientes le hubiesen dado el triunfo a usted.
Presuntamente aún, a pesar de las evidencias en pro —porque estoy escribiendo estas líneas aún sin los resultados oficiales—, el ganador podrá serlo no porque haya sido un gran político ni un estupendo dirigente nacional panista; ni siquiera por el parentesco que le une al iniciador de la revolución de 1910, sino porque Gustavo Madero se jugó la suerte política enfrentando al entonces poderoso presidente Calderón y logró detenerlo en su afán de ser el adalid panista luego de la Presidencia.
Hoy, la militancia, que tantas pérdidas ha sufrido desde que el PAN llegó a Los Pinos, ayer habló fuerte desde el silencio de las urnas y se sacudió, a través de usted actuario, a don Felipe esperemos que ya para siempre.
La historia se hace a golpes en la mayoría de los casos. Golpes de todas clases.
La historia reciente ha golpeado mucho al PAN y a los panistas de verdad. Los golpes que desde Los Pinos le propinaron los dos que llegaron ahí bajo los colores blanco y azul de verdad provocaron heridas que aún van a tardar en sanar.
Espero que usted lo haya entendido así en el curso de la noche y haya aceptado la derrota porque ha resultado avasalladora según las cifras que han trascendido. Si usted mantiene la amenaza de ir a los tribunales, por decisión propia, tomada con su equipo de campaña, igual que como si hubiera recibido la instrucción de don Felipe para continuar adelante, incrementará mucho el castigo que ya lleva lo que ha transcurrido del presente siglo perjudicando a los principios panistas y a la memoria de sus fundadores y constructores.
Mi mayor deseo es que la cordura —que no cordera…— haya imperado en su equipo y no lleven las cosas más allá de lo que a través de la tarea legislativa perjudicó al país entero. Basta ya, actuario. Su jefe está muy lejos de merecer un apoyo de esa naturaleza por parte de ustedes. Su partido, en cambio, merece que ya le dejen buscar en el futuro lo que ha perdido en el pasado inmediato.
Madero estará año y medio más al frente del PAN. Ojalá haya obtenido en la turbulencia de los meses pasados la experiencia suficiente para crecer en lo ético, lo moral y lo político y destine los meses por venir para que crezcan los jóvenes con visión pero sin presencia suficiente, aún, que vengan a levantar al partido y a retomar la brega de eternidad que fue su visión primera…