Gustavo Alberto Villa Robledo, de 32 años de edad, todavía no se la cree que esta noche dormirá en su casa, con su familia, luego de haber pasado cuatro años ocho meses en prisión. Gustavo es el primer reo preliberado, —de un total de 300 convictos no peligrosos que serán excarcelado— con la condición de utilizar un grillete de monitoreo electrónico hasta que termine de purgar su condena por el delito de robo agravado a casa habitación e intimidación de personas.
“Fue una sorpresa”, comentó, aunque aclaró que no les dijo nada a sus compañeros de celda porque no creía que fuera cierto. El ex convicto salió de la cárcel la tarde este lunes luego de que le fue colocada la pulsera en su pie derecho, la cual no se podrá quitar en 3 años 2 meses, es decir, hasta que cumpla completa su condena.
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El titular de la Unidad Desconcentrada de Ejecución de Penas y Reinserción Social en el Estado,Apolonio Armenta Parga, informó que con Villa Robledo el gobierno de Coahuila inició la primera fase del programa de “Monitoreo Electrónico” que en principio beneficiará con libertad anticipada a 49 reclusos del fuero común, 41 hombres y 8 mujeres. Se estima que llegará a 100 reos en la segunda fase y a 300 en la tercera.
Los jueces de ejecución, agregó, analizan los expedientes de internos para determinar quienes pueden ser liberados con esta medida cautelar del Nuevo Sistema de Justicia Penal, la mayoría son personas de más de 60 años de edad, con enfermedades terminales o problemas de salud graves, cáncer, diabetes, hipertensión, VIH, discapacidades físicas, por buena conducta y porque hayan cumplido más de la mitad de su sentencia.
El costo de manutención de cada reo es de cuatro mil a seis mil pesos mensuales, y el del monitoreo electrónico de seis mil pesos, aunque al reo sólo se les cobrará el mantenimiento que va de los dos mil 500 a los tres mil pesos por mes, pero dependerá de la condición socioeconómica lo que pagará cada uno.
Asimismo, explicó que cada recluso podrá trabajar después de un mes de haber abandonado la cárcel: “Durante ese tiempo se les dará terapia psicológica, recibirán visitas de trabajo social para que nos acrediten que tienen empleo. Eso nos permitirá tener el parámetro para ir estableciendo la mecánica de seguimiento”.
Hijo de policía
Villa Robledo, convicto del fuero común, hijo de un policía ministerial del estado ya fallecido, fue sentenciado a ocho años de prisión, de los cuales ya purgó cuatro años y ocho meses. Afirma que estuvo trabajando en el Centro Estatal de Readaptación Social (Cereso) aquí en Saltillo y que ya se regeneró.
Asegura estar muy arrepentido de lo que hizo y a través de los medios de comunicación ofreció disculpas a sus víctimas: “No andaba en mis cinco sentidos; le digo que me perdonen, y que estoy en la mejor disposición de reparar el daño. Quisiera que me disculparan más que nada. Ya me alejé de los vicios, ya me recuperé”.
Insiste en que ya dejó “los vicios”, que ya es un hombre de provecho y que se portará bien en libertad: “Estoy comprometido a cambiar, no quiero volver, quiero ir por el camino de la derecha”.
Su madre, María de la Paz Robledo Esparza, que tiene 46 años de edad, fue por él para llevarlo de regreso a casa donde le esperaba de vuelta su familia.