Ya está la Reforma Política

Al parecer la Reforma Política ya se ha concluido para hoy domingo, se ha dado en un marco en el que los partidos políticos han dispuesto de las estructuras, mecanismos, leyes y reglamentos que integran este tema.
Recordemos que Ernesto Zedillo había declarado: “Una sana distancia con el PRI”; Enrique Peña en la más reciente asamblea nacional del PRI se declaró ante el aplauso unánime de los asistentes, cabeza indiscutible del PRI.
Esto promovió que gobernadores y senadores de la república asumieran conductas similares en sus estados y así se sacó del archivo el proyecto de reforma política que ya se había venido esbozando.
Esta reforma política se puso sobre la mesa de debates de la Cámara de Diputados y del Senado de la República.
De momento y aún actualmente la mayoría de legisladores no saben qué hacer ni cómo hacer las cosas, fue necesario que contrataran más de cinco veces asesores que comúnmente tienen para que éstos elaboraran el proyecto de reforma política de manera que los beneficiara a ellos, a los partidos políticos de manera directa e inmediata. Y así fue.
Empezaron por cambiar la apariencia de las estructuras políticas convirtiendo al Instituto Federal Electoral en Instituto Nacional Electoral; la diferencia es muy clara: el IFE coordinaba las elecciones de implicación federal respetando la autonomía y soberanía política de la elección de autoridades estatales.
Al convertirse en Instituto Nacional Electoral, abarca su poder meta constitucional o poder monumental, todo lo que a procesos electorales hasta ahora para efecto de los tres niveles de gobierno se realicen, es decir, el INE no solo coordinará las elecciones para presidente de la república, senadores y diputados federales, sino que su poder legal alcanza hasta las elecciones en municipios tan pequeños como Villa de la Paz, Vanegas o Cerro de San Pedro.
En concreto, tendrá injerencia en los procesos electorales en los más de 2,400 municipios del país de los 32 estados de la república.
Tal vez eso no sería criticable si primero se hubieran estructurado leyes, códigos y reglamentos que arroparan y dieran orden a las funciones del INE; pero este organismo nacional electoral nace sin estructuras jurídicas únicamente apoyado en las decisiones cupulares de los presidentes nacionales del PRI, del PAN y del PRD así como del presidente de la república.
Esta cuasi imposición se ha tendido a llamarle centralista o totalitaria, ya que yendo por el camino de la ciudadanización de los procesos electorales, repentinamente se dio un golpe de timón y este proceso que en teoría por lo menos, fue aspiración de la sociedad mexicana, hoy vuelve a concentrarse en una cúpula integrada por los partidos mayoritarios, el Congreso de la Unión y el Senado que están integrados por legisladores provenientes de los partidos políticos.
Las funciones del INE van desde la coordinación de procesos electorales federales y locales, la capacitación electoral, la redistritación electoral, la integración nacional del padrón de electores, la ubicación de casillas en todo el país, el establecimiento de reglas, lineamientos, criterios y formatos en materia de resultados preliminares, la coordinación y aprobación de encuestas y sondeos de opinión, la coordinación de observadores electorales, la realización de conteos rápidos y desde luego la impresión y distribución de materiales electorales para todas las elecciones de todo el país.

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