Por Claudia Rodriguez
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La educación y el desarrollo de nuestra sociedad van de la mano. En México, no se imparte educación de calidad y por lo tanto, la prestación de servicio cualquiera hasta la propia impartición de justicia, dejan mucho que desear..
Cada vez que tengo que tratar con alguien que desde el ámbito de gobierno tiene que prestarme un servicio, en los últimos tiempos he quedado muy decepcionada. Como en todo, hay quienes además de amables, mostrando su educación son eficientes en su labor. Pero la verdad, como mexicanos en general, dejamos mucho qué desear en nuestro desempeño.
En los últimos tiempos me he topado con jueces, burócratas y servidores públicos que ni hablar saben; mucho menos logran entender la lógica de los eventos.
El día martes por la tarde, antes de llegar al colegio de mis hijos, advertí un incendio en una casa que ya ardía sobre la Avenida Adolfo López Mateos en el municipio de Naucalpan, en el Estado de México. Al ir conduciendo, pensé que tal vez alguien ya había reportado el siniestro, pero me sentí en la obligación de hacer mi parte.
Marqué desde mi teléfono móvil el 066 y esperé atención alrededor de dos minutos mientras escuchaba una grabación.
Cuando por fin me atendió no un robot, sino un humano, escuché:
–¿Cuál es su emergencia? Comenté del incendio y aproximé el lugar, por lo que me advirtieron no colgar porque me trasladarían a atención en el Estado de México.
Una vez que volví a oír una voz del otro lado, dude si me habían transferido al lugar correcto, pues la conversación cursó más o menos de esta manera:
–See, qué reporta.
–Un incendio en una casa o predio en la Avenida López Mateos en Naucalpan –advertí.
–Dirección –me preguntaron con tono agrio.
–No la tengo con precisión porque voy conduciendo. Yo sólo pasaba por el lugar.
–Colonia –aún sin entender si me preguntaba con interés y si había entendido que no la conocía.
–No. Le digo que no sé. Yo sólo pasaba por el lugar, pero puedo darle otras referencias.
–¡¡Ochh!! Pos voy a ver. –literal. Y el señor al otro lado colgó.
Me resistí a pensar que eso había sido todo y ya con la línea cortada, pregunté si me daría algún número de reporte.
Nada. Esa es nuestra educación, nuestra administración, nuestro gobierno, nuestra sociedad. Vamos bien, pero en reversa.
Acta Divina…La Secretaría de Educación Pública (SEP), suspende de última hora, clases el viernes 16 de mayo.
Para advertir… Lo dicho. ¡Vamos muy bien!
