Como una señal de lo que podría haber sido su tumba, durante 13 días una víctima de secues-tro se la pasó atrapada en el interior de una fosa. Los secuestradores, en vez de utilizar los cuartos de una casa de seguridad, optaron por cavar fosas en el interior de un terreno ubicado en un paraje del municipio de Coco-titlán, estado de México.
Según Enrique Alarcón Hernández, de 35 años, el pasado 28 de abril caminaba sobre la carretera México-Cuautla cuando dos sujetos se acercaron a bordo de un auto y tras someterlo lo subieron a la cajuela.
El vehículo circuló durante unos 40 minutos y Alarcón Hernández fue llevado a un predio de 500 metros cuadrados ubicado en un paraje cercano al camino Real a San Martín. En el sitio, los secuestradores arrojaron a la víctima a una de las dos fosas clandestinas cavadas a dos metros de profundidad.
Enrique Alarcón narró a las autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudada-na (SSC) que pasó los días a la intemperie y que únicamente hasta que anochecía sus captores le arrojaban la comida.
Durante 13 días permaneció temeroso de ser asesinado hasta que la madrugada de ayer aprovechó un descuido de sus secuestradores para salir de la fosa y correr hacia la carretera federal México-Cuautla.
A la altura del kilómetro 15+500 la víctima pidió apoyo a un conductor que pasaba por el sitio y que lo acompañó al destacamento de Tlalma-nalco. Alarcón Hernández llevó a los uniformados a la casa de seguridad, misma que ya había sido abandonada por los delincuentes, quienes únicamente dejaron dos escopetas.
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