La cirugía para perder peso no solo ayuda a las personas obesas a bajar de peso, sino que también podría prevenir el peligroso trastorno del ritmo cardiaco conocido como fibrilación auricular, según una investigación reciente.
Científicos de la Clínica Mayo hallaron que significativamente menos pacientes que se sometieron a la cirugía para perder peso, también conocida como cirugía “bariátrica”, contrajeron fibrilación auricular, que es un ritmo cardiaco acelerado e irregular, en comparación con los que no se sometieron a la cirugía para perder peso.
La fibrilación auricular afecta a más de 2.7 millones de adultos estadounidenses.
Los tipos comunes de cirugía para perder peso incluyen la banda gástrica, que es una banda que se coloca para crear una pequeña bolsa en el estómago, y la derivación gástrica, que permite a los alimentos evitar partes del estómago.
El estudio es el primero en demostrar una relación entre la cirugía bariátrica y unas tasas más bajas de fibrilación auricular en una muestra grande de pacientes. Investigaciones anteriores ya han mostrado que la cirugía para perder peso mejora o resuelve muchas afecciones relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2, la hipertensión y algunos tipos de enfermedad cardiaca.
“Creo que sabemos que la cirugía bariátrica hace cosas buenas para las personas con un perfil de riesgo cardiovascular”, planteó el Dr. Michael Gold, director de cardiología de la Universidad Médica de Carolina del Sur, que no participó en la investigación. “Ahora comenzamos a ir más allá de eso para observar más impactos a largo plazo… y la fibrilación auricular es uno de ellos. Es una consecuencia lógica de todo lo que ya sabemos”.
El estudio, de la Dra. Yong-Mei Cha y sus colaboradores, será presentado el miércoles en Heart Rhythm 2014, la conferencia anual de la Sociedad del Ritmo Cardiaco (Heart Rhythm Society) en San Francisco.
La investigación presentada en reuniones científicas normalmente no ha sido revisada por profesionales ni publicada, y los resultados se consideran preliminares.
Más de una tercera parte de los adultos estadounidenses están clasificados como obesos, con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30. El IMC es una medida basada en la estatura y el peso. Cada año, en Estados Unidos se realizan unas 160,000 cirugías para perder peso, según la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica (American Society for Metabolic and Bariatric Surgery). Existen varios procedimientos quirúrgicos distintos, pero todos buscan reducir la capacidad del estómago, lo que permite que se consuman y/o absorban menos calorías.
La obesidad es un factor de riesgo conocido de la fibrilación auricular, que puede provocar un accidente cerebrovascular y otros problemas peligrosos cuando las cámaras superiores del corazón, conocidas como aurículas, tiemblan de forma errática, a veces incluso 300 veces por minuto.
Los investigadores de la Clínica Mayo examinaron datos de 438 pacientes con un IMC de 40 o más que fueron identificados como buenos candidatos para la cirugía bariátrica.
Alrededor de tres cuartas partes de ellos eligieron someterse al procedimiento.
Aunque la incidencia de fibrilación auricular no fue marcadamente distinta entre el grupo quirúrgico y el no quirúrgico al inicio del estudio, apenas el 6 por ciento de los pacientes quirúrgicos contrajeron la afección del latido cardiaco anómalo en los siete años siguientes, frente al 16 por ciento de los pacientes no quirúrgicos, según los documentos del estudio.
“Creo que esto es evidencia adicional de que mantener un peso corporal normal, o perder peso, es importante para la salud cardiovascular”, enfatizó Gold, quien también es segundo vicepresidente de la Sociedad del Ritmo Cardiaco. “Provee más ímpetu para que los médicos consideren la cirugía bariátrica antes, en particular los cardiólogos. Podemos ser más proactivos en nuestro tratamiento”.
El Dr. John Day, director de servicios del ritmo cardiaco del Instituto Cardiaco Intermontañas de Murray, Utah, anotó que América del Norte tiene la prevalencia de fibrilación auricular más alta del mundo, en parte debido a la epidemia de obesidad.
Las investigaciones anteriores han indicado que la obesidad aumenta el riesgo de fibrilación auricular en más de un 50 por ciento, señaló.
“El mensaje de esto es que perder peso puede tener un potente efecto de reversión sobre la fibrilación auricular”, aseguró Day.
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