Niñas rurales, las más proclives a quedar embarazadas, alertan

En la celebración del Día de las Madres, se debe reconocer la situación de las madres en México que es un tema para reflexionar de acuerdo al Estado Mundial de la Población 2013, Fondo de Población de Naciones Unidas, (UNFPA), referente a la maternidad en la niñez, para enfrentar el reto del embarazo en adolescentes.
Se estableció que cuando una niña se queda embarazada, su presente y futuro cambian radicalmente, y rara vez para bien. Puede terminar su educación, se desvanecen sus perspectivas de trabajo y se multiplica su vulnerabilidad frente a la pobreza, la exclusión y la dependencia, así lo informó María Teresa Galicia Saldaña, secretaria técnica del Consejo estatal de Población.
Expuso que de acuerdo al UNFPA, en todas las regiones del mundo, las niñas rurales empobrecidas y con una educación deficiente son más proclives a quedar embarazadas que las niñas urbanas, con mayores posibilidades y educadas.
Dijo que las niñas que pertenecen a una minoría étnica o a un grupo marginado, que no tienen opciones ni oportunidades en la vida, o que tienen un acceso limitado o nulo a la salud sexual y reproductiva, incluida la información y servicios sobre anticonceptivos, también son más proclives a quedar embarazadas.
Galicia Saldaña indicó que en el mundo, la mayoría de los partos en adolescentes, el 95 por ciento, ocurren en países en desarrollo, y nueve de cada 10 de estos partos ocurren dentro de un matrimonio o unión. Alrededor del 19 por ciento de las jóvenes en países en desarrollo quedan embarazadas antes de los 18 años de edad.
Dos millones de los 7.3 millones de partos de adolescentes menores de 18 que ocurren cada año en los países en desarrollo son partos de niñas menores de 15 años.
La titular del COESPO refirió que en San Luis Potosí de acuerdo a las Estadísticas Vitales, para el periodo 1990-2012, del total de nacimientos registrados en la entidad, la proporción de nacimientos de madres menores de 20 años se incrementó en 16.5 por ciento en 1990, a 15.5 en el  2000, a 18.9 en  2010, para registrar el 19.1 de los nacimientos en 2012.
Esto nos obliga a considerar que un embarazo puede tener consecuencias inmediatas en la vida de una adolescente y particularmente altera el curso de toda su vida. Cuando una niña queda embarazada o tiene un hijo, su salud, educación, potencial de obtener ingresos y todo su futuro pueden estar en peligro, y puede quedar atrapada en una vida sumida en la pobreza, la exclusión y la impotencia.