Estrés, ansiedad, ira y depresión: sentimientos peligrosos
La mayoría conocemos a “alguien” que a diario evita golosinas y postres, come ensaladas a todas horas, rechaza abundantes porciones de pasta o corre por las mañanas los fines de semana y, a pesar de los esfuerzos, sigue preguntándose cómo mantener el peso bajo control.
Se entristece o desanima tanto que a menudo cae en la tentación de iniciar dietas “milagro” que afectan su salud o, todo lo contrario, protagoniza atracones de comida por estrés, ansiedad, ira o depresión que interpreta como “autocastigo” por su derrota contra la báscula.
Esta situación es más frecuente de lo que imaginas y detrás de ella generalmente descubrimos que las emociones negativas causan sobrepeso y obesidad, es decir, la persona recurre a la comida para canalizarlas sin saber que existen estrategias que pueden ayudarla a enfrentarlas sin ganar kilos de sobra a cambio.
Expertos en el estudio del comportamiento humano consideran que las causas de obesidad y sobrepeso podrían estar directamente relacionadas con dificultades afectivas. La mayoría de psicólogos considera que estas condiciones reflejan una canalización de emociones negativas a través de la comida y con ellas el individuo genera una protección inconsciente del mundo a través de la grasa que rodea su cuerpo.
Sin duda, conoces a muchas personas con sobrepeso que tienen autoestima alta, han aprendido a centrarse en sus logros y a enorgullecerse de sí mismas. Sin embargo, también existe gente que mientras lucha con los kilos extra, batalla con su propia autoestima, en especial si tiene que soportar comentarios hirientes en la escuela u oficina relacionados con su sobrepeso.
Cuando el pesimismo y la negación dominan cualquier idea sobre tu cuerpo y apariencia física, también afectan otras áreas de tu vida, por ejemplo, dificultan la consecución de metas a la hora de intentar adelgazar.
También es probable que la persona con sobrepeso esté utilizando la comida para “anestesiar emociones”. En este sentido, se sabe que el aprendizaje familiar desempeña papel importante en el uso y función de los alimentos para manejar determinados sentimientos, esto significa que aquellas asociaciones respecto a la comida que se hacían en casa durante su infancia, llevan al individuo a comer de cierta forma, “porque así lo aprendió”.
Por ejemplo, los adultos que comen un pastel o abundante cena al final de un día problemático y lleno de estrés, probablemente lo hacen sin darse cuenta de que están repitiendo un esquema con el que crecieron: buscan compensar algún dolor físico o emocional.
En pocas palabras, el alimento no satisface el apetito real, sino el emocional.
Cómo identificar las emociones negativas
Recurrir a la comida para evadir emociones negativas es común, sin embargo, esto no elimina aquello que en el fondo abruma a las personas, por tanto, es importante que justo al momento de descubrirnos comiendo sin hambre nos preguntemos: ¿qué emoción me lleva a hacerlo?
La honestidad con nosotros mismos es clave para, eventualmente, olvidarnos de otras preguntas, por ejemplo “¿cómo evitar atracones?”, pues de esta forma podremos tomar decisiones que nos ayuden a superar el problema que originalmente nos impide mantener equilibrio emocional y físico.
Cómo mantener el peso bajo control
Cuando luchas contra los kilos de más, es indispensable acudir al médico para recibir tratamiento personalizado y, al mismo tiempo, buscar orientación para el manejo de aquellos problemas que causan emociones negativas.
Lo más recomendable es evitar los sentimientos tóxicos (aquellos que te impiden mantener saludable figura) y, a la vez, practicar a diario consejos para prevenir sobrepeso como:
Mejor autoestima. Si te has acostumbrado a criticar tu cuerpo o a menospreciarte, céntrate en tus virtudes y en aquellas cosas que sabes hacer bien, sin duda, descubrirás más de las que imaginas.
No te saltes las comidas y elige alimentos que necesiten más tiempo de masticación, como ensaladas y verduras; de alguna forma, esto te “obliga” a comer lentamente. Externa tus sentimientos y preocupaciones a fin de evitar atracones de comida por estrés, ansiedad, ira y depresión. Busca amigos con quienes conversar, incluso podrían proporcionarte tips sobre cómo identificar emociones negativas.
Tener problemas con la báscula puede ser difícil. No obstante, cuando decides seguir estas recomendaciones, descubres que cuando las emociones negativas causan sobrepeso y obesidad, canalizarlas de manera saludable es la mejor respuesta a una pregunta que siempre te acompaña: cómo mantener el peso bajo control.