Fingen ser militares y matan a jefe policial

Un comando de hombres armados, que se hizo pasar por elementos del Ejército, ejecutó al director de Seguridad Pública y cuatro policías del municipio de Gran Morelos, ubicado al oeste de esta capital.

De acuerdo con fuentes de la Fiscalía Estatal, entre seis y ocho hombres ataviados con uniformes de soldado, a bordo de una camioneta camuflada y con números económicos apócrifos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) arribaron la madrugada de ayer a las instalaciones de la policía.

Los falsos militares informaron al personal que iban a revisar el porte de armas de todos los agentes policiacos, por lo que por radio se solicitó la presencia del personal. Los agentes no sospecharon, dado que las revisiones sorpresa por parte de los militares son relativamente frecuentes en la zona, dijeron fuentes de la investigación.

Al arribar el director de Seguridad Pública y el resto de los policías, el grupo armado los atacó a tiros.

En el lugar fallecieron el titular de la corporación Sergio Salas Reyes, así como Eduardo Barrera López, Jesús García García, Cesar Alberto Alfero Villatoro, José Eduardo Ramírez León.

A pesar de que se montó un operativo para dar con los responsables no se logró su detención, sólo se localizó la camioneta estilo militar en la que viajaban.

Pueblo chico, infierno grande

Gran Morelos se ubica a unos 70 kilómetros al oeste de esta capital y tiene una población de tres mil 100 habitantes. Hace un año, a finales de abril de 2013, un comando irrumpió en el poblado de Carretas y asesinó a tres policías municipales, así como a un civil.

Semanas después, la Procuraduría General de la República (PGR) y el Ejército lograron detener a seis sospechosos del atentado, en total participaron alrededor de 20 pistoleros. En sus declaraciones dijeron que el homicidio se debió a que los oficiales se negaron a trabajar para un grupo delictivo.

En noviembre de 2011 militares arrestaron al director de Seguridad Pública, Ramón Muñoz Cepeda, a quien se le acusó de tener nexos con grupos criminales, al momento de su arresto tenía en su poder armas de grueso calibre no registradas.

Un mes después, fue asesinada la secretaria del ayuntamiento Olaya, Indira Gutiérrez, junto con su escolta Alejandro Naranjo Esparza; mientras que el entonces recién nombrado director de Seguridad Pública, Miguel Ángel Gómez, resultó gravemente lesionado.

El ataque ocurrió en esta capital cuando los funcionarios se trasladaban a realizar algunos trámites del ayuntamiento.

En 2010 el entonces alcalde electo Ricardo Solís Manríquez sufrió un atentado una semana antes de tomar protesta, pasó siete meses en recuperación y posteriormente pidió asilo político en Estados Unidos. Tomó protesta hasta noviembre de 2011.