El entrenador del Bayern Munich, Pep Guardiola, se declaró preparado para recibir este sábado la tradicional ducha de cerveza con la que los jugadores del club bávaro suelen acompañar el recibimiento del trofeo que la Bundesliga.
“Es una tradición y me gustan las tradiciones”, dijo Guardiola, quien, sin embargo, se permitió una broma con respecto a las consecuencias que puede tener este acto para los jugadores.
“Si quieren, pueden bañarme en cerveza, pero los que lo hagan tendrán menos posibilidades de ser titulares en la Final de la Copa de Alemania”, dijo Guardiola.
El entrenador catalán, en cambio, se mostró un poco sorprendido ante otra tradición que le espera que es la de recorrer Múnich, con todo el equipo, vestido con un traje típico bávaro y luego pronunciar un discurso desde el balcón del ayuntamiento.
“¿De verdad tengo que hablar?”, le preguntó Guardiola al jefe de prensa del Bayern, Markus Hörwick.
Los últimos dos entrenadores del Bayern, Louis van Gaal y Jupp Heynckes, dejaron imágenes memorables en la celebración de sus títulos.
Van Gaal intentó, o fingió intentar, esquivar la ducha de cerveza corriendo por todo el campo hasta que fue acorralado por sus jugadores cerca de una de las dos porterías.
Dos años más tarde, Heynckes se sometió estoicamente al tratamiento y dijo que prefería ser bañado en cerveza a arriesgarse a sufrir un desgarre muscular.
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