Kiev ha expresado su malestar por no participar en la reunión ayer entre el mandatario ruso, Vladímir Putin, y el presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Didier Burkhalter, donde ambos abordaron vías de resolución de la crisis ucraniana.
“Los debates sobre el ajuste pacífico de la situación en Ucrania sin su participación no tienen sentido y son inadmisibles”, señala un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, recogido hoy por agencias locales.
Además, “la retirada de las unidades militares rusas de las fronteras ucranianas debe ser comprobada”.
Putin aseguró ayer, tras reunirse con el presidente de la OSCE, que Rusia ha retirado sus tropas de la frontera con Ucrania para trasladarlas a sus bases y polígonos de emplazamiento permanente.
También, pidió el aplazamiento del referéndum separatista convocado por los prorrusos del este de Ucrania para el 11 de mayo, al tiempo que apoyó inesperadamente las elecciones presidenciales del 25 de mayo.
“Cualesquiera (referéndums separatistas) en el este de nuestro país ya de por si son ilegítimos”, añade la nota del ministerio.
Según la diplomacia ucraniana, no se trata de una “guerra civil” sino de “la agresión rusa contra el país, ocupación de Crimea y una desafiante injerencia en los asuntos internos” de Ucrania.
Kiev apunta a que “las declaraciones del 7 de mayo (hechas por Putin) demuestran los primeros resultados de una presión internacional consolidada sobre el Kremlin en respuesta a su agresión contra Ucrania”.
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