A pesar de la dislexia, Spielberg sigue triunfando

El cineasta cuatro veces ganador del Oscar y quien actualmente vuelve a estar nominado como mejor director, no ha borrado los complicados años de escuela que vivió debido a la dislexia, trastorno que dificulta la lectura y afecta la salud mental al entorpecer el aprendizaje y dañar la autoestima.
Salud Mental, Dislexia, Steven Spielberg
A través del caso de Steven Spielberg descubre cómo identificar esta afección en niños y ayuda que tu pequeño también alcance el éxito.
La dificultad para leer también daña la salud mental
El director estadounidense tardó dos años más que el resto de sus compañeros en aprender a leer y soportó sus burlas.
“Mis profesores no entendían por qué iba con tanto retraso respecto al resto de la clase y hablaron con mis padres”, recuerda, pero en aquella época (década de 1950) “no había programas especiales para niños con dislexia, mucho menos libros sobre el tema”.
Más tarde Spielberg supo que la razón de sus problemas era esta condición (fue diagnosticado hace apenas unos años) que se presenta en personas que, al mismo tiempo, son inteligentes.
Aunque han transcurrido décadas y el trastorno es bastante común, mucha gente no busca ayuda para sus hijos y el problema pasa desapercibido, sin embargo, puede afectar su salud mental al provocar malestar y ansiedad y motivar burlas que dañan su autoestima.
Desafortunadamente, la sociedad actual considera la lectura rápida y ágil como muestra de inteligencia, por lo que quien no cumple esta condición suele ser etiquetado negativamente.
Por ello, es importante que los padres de familia estén atentos ante potenciales signos de dislexia desde los primeros años de escuela de sus hijos.
Señales de dislexia
Siendo niño, el cineasta presentó signos que podían haber llevado al diagnóstico de dislexia oportunamente como:
Brillante y muy inteligente, pero no podía leer, escribir o deletrear al mismo nivel que sus compañeros.
Entendía temas y asignaturas complejas, aunque su desempeño en exámenes con tiempo limitado dejaba mucho que desear.
Su imaginación desbordada sorprendía a sus mayores (hoy es el motor de su éxito en la industria cinematográfica).
Muy creativo, con aptitudes artísticas y/o musicales, así como capacidad para imaginar objetos y mecanismos.
Al omitir, voltear, anular o sustituir palabras, era incapaz de leer sin dificultades cualquier texto frente al resto del grupo.
Pensador veloz, aunque a menudo pronunciaba frases incompletas.
Memoria espacial sobresaliente que le permitía tener profundo recuerdo visual de las situaciones.
La Dra. Sally Shaywitz, prestigiada neurocientífica y directora del Centro Yale para la Dislexia y la Creatividad (donde el propio Steven Spielberg ocupa importante lugar dentro del Consejo de la institución) en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, indica:
“Las señales más tempranas vienen de escuchar el lenguaje oral del infante; cierto retraso en aprender a hablar o reconocer palabras que riman, con frecuencia esconde dificultades de lectura”.
¿Cómo ayudo a un niño con dislexia?
La habilidad que un niño con dislexia adquiere para enfrentar y resolver conflictos generalmente se traduce en una fortaleza que impulsa su desarrollo como adulto, que lo ayuda a perseverar en sus esfuerzos por sobresalir. Por ello, para ayudar a que tu hijo supere este trastorno, tú puedes:
Resaltar sus logros. Deja de agobiarte por lo que no puede hacer, mejor concéntrate en los rasgos de su personalidad que lo hacen destacar.
Asimismo, recuerda que el hecho de que no pueda deletrear palabras o redactar una respuesta no significa que debas dejar de insistir para que mejore su nivel de comprensión.
Evitar usar sus bajas calificaciones como pretexto para negarle permisos.
Quizá sus notas no sean brillantes, pero le han costado el doble de trabajo que a sus compañeros. Aprovecha cualquier oportunidad para alentarlo a seguir esforzándose en la escuela.
Fijar metas realistas. Es importante ser honestos cuando se establecen objetivos sobre el desarrollo del pequeño, de lo contrario, ambos sentirán frustración. Por ejemplo, puedes pedirle que lea a diario determinado número de páginas o, incluso, párrafos; poco a poco puedes incrementar la “cuota” y establecer la meta de un libro pequeño al mes.
El verdadero objetivo es demostrarle que es capaz de conseguir cualquier propósito y ser exitoso.
Un niño con dislexia tiene enormes dificultades para deletrear y leer correctamente, así que anímalo a que exprese de otras formas sus ideas y se concentre en sus habilidades, como Steven Spielberg, quien es muestra de éxito dentro de la industria cinematográfica mundial: “Nunca me sentí como víctima.
Las películas realmente me ayudaron… Me libraron de la vergüenza, de la culpa, fueron mi gran vía de escape”.
Ante cualquier duda sobre el desarrollo de tu hijo, con

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