Confirmado. La mano del hombre es la principal responsable del calentamiento global en el mundo entero y en Estados Unidos en particular. Según las conclusiones de un reporte difundido ayer por la Casa Blanca —y avalado por un grupo de 300 expertos y académicos del sector público y privado—, la civilización humana es la que se ha encargado de atizar el aumento gradual de la temperatura en casi dos grados Farenheit en el último siglo.
Y, advierte: si el gobierno, el sector empresarial y la sociedad no toman cartas en el asunto, EU y sus generaciones futuras se convertirán en rehenes de continuas tormentas monstruo, de inundaciones, heladas y sequías de reminiscencias bíblicas y de tornados vengadores de la irresponsabilidad humana.
Todo ello, con el aumento exhorbitante de costos en términos de vidas y recursos que serán insuficientes ante la dimensión de un problema que ha sido presentado como “una amenaza a la seguridad nacional” por miembros del gabinete de Barack Obama como John Kerry, su secretario de Estado.
Aunque el reporte se concentra en el fenómeno del calentamiento global en EU, sus conclusiones son extensivas a otras partes del mundo. A manera de ejemplo, el estudio asevera que hacia el año 2100, el nivel de los mares habrá aumentado hasta 80 centímetros.
Eso, si tenemos en cuenta que desde 1880 —cuando se comenzó a tomar registro del nivel del mar—, la marea ha subido en poco más de 20 centímetros. Al menos, cinco millones que viven cerca de las costas de Estados Unidos podrían verse afectados en el corto o mediano plazo.
Además, el estudio pronostica que hacia mediados de este siglo, los grandes bloques de hielo y los icebergs dejarán de ser parte del paisaje en el Océano Ártico.
“El cambio climático, una vez considerado como problema de un distante futuro, se ha trasladado con paso firme hacia el presente”, resume el reporte de más de 800 páginas difundido ayer por la Casa Blanca, tras un meticuloso trabajo de cuatro años y la revisión de los más importantes centros de investigación e instituciones tan respetadas como la Academia Nacional de Ciencias.
De acuerdo con el informe, la década que arrancó en el 2000 va camino de ser la más caliente en toda la historia de Estados Unidos. En 2012, el año que la tormenta Sandy arrasó las costas de Nueva Jersey e inundó una parte de Manhattan, en Nueva York, los termómetros registraron temperaturas nunca vistas y una prolongada sequía en distintos puntos de la nación.
Los resultados de este reporte, que puede consultarse en internet, fueron defendidos por el presidente Obama durante una serie de entrevistas con respetados meteorólogos de las cadenas de televisión. “La ciencia, acumulada y revisada durante décadas, nos dice que nuestro planeta está cambiando y que estos cambios ya tienen un profundo impacto en la humanidad”, insistió el presidente al resaltar que “hoy, aquellos que ya experimentan los efectos de estos cambio, han dejado de tener tiempo para seguir negándolo”.
El reporte, que la Casa Blanca dio a conocer como parte de la campaña de Obama en defensa de su iniciativa de ley para reducir las emisiones de gases invernadero, recibió fuertes críticas de quienes niegan el calentamiento global.
“Este reporte alarmista forma parte del juego que el presidente Obama está jugando para distraer a los ciudadanos de su agenda oculta que tiene como fin crear más regulaciones mientras destruye empleos y daña a la clase media, mientras nos aleja cada vez más de nuestro objetivo se alcanzar la independencia energética”, consideró el republicano por Oklahoma, James Inhofe.
Desde el Instituto Cato, que financian los hermanos David y Charles Koch, dueños de un emporio petroquímico y enemigos de Obama, los analistas Paul Knappenberger y Patrick Michaels calificaron el reporte de “demasiado pesimista” para justificar “las regulaciones que pretende imponer Obama para reducir las emisiones de gas invernadero”.
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