Turismo, obras son amores y no buenas razones

Hay que tomar en serio al turismo. Se trata de una actividad que representa cerca del 9 por ciento del Producto Interno Bruto del país y es la mejor empleadora, sobre todo de mujeres y jóvenes.
El año pasado, México captó 13 mil 819 millones de dólares en divisas turísticas, que suponen un récord histórico que representa bienestar para miles de familias mexicanas. Además, el turismo combate marginación y pobreza.
Es factor de estabilidad social en entidades federativas con retrasos graves en materia de desarrollo humano.
Esta semana se hablará mucho del turismo en los medios de comunicación, ya que se llevará a cabo el Tianguis Turístico México, que en esta ocasión tendrá como sede el Lakám Center de Cancún, Quintana Roo, el estado líder en materia turística no sólo en el país, sino a nivel América Latina.
El estado cuenta con lugares como Cancún, Playa del Carmen, Cozumel, Isla Mujeres, que son destinos emblemáticos del país. Quintana Roo es el tercer estado que es sede en la etapa itinerante del Tianguis que durante tres décadas se efectuó en Acapulco y después, como resultado de una decisión muy controvertida, pasó a Puerto Vallarta – Riviera Nayarit y el año pasado en Puebla.
El año que entra, por cierto, se realizará de nuevo en Acapulco. El Tianguis es la más importante plataforma de negocios y promoción para los destinos mexicanos. El presidente Peña viajará a Quintana Roo para encabezar la ceremonia de inauguración, hacer recorridos e inaugurar nuevos hoteles.
Hace poco tuve la oportunidad de entrevistar a la secretaria Claudia Ruiz Massieu en sus oficinas de Polanco. Durante la charla dejó en claro que lo más importante para el sector es captar cada vez más divisas, por encima, desde luego, del número de visitantes.
Se cumple un objetivo importante, que los visitantes se queden más tiempo y gasten más a partir de la calidad de los servicios y productos que ofrecemos.
Cuando hablamos de turismo estamos hablando del artesano, de productores agrícolas y pecuarios, de gente que trabaja en el sector de comunicaciones y transportes, no sólo en aquellas actividades que todo mundo vincula al turismo, como hoteles, agencias de viajes o aerolíneas.
Sobre este aspecto, el del mercado aéreo, la secretaria dijo que ya logramos recuperar la presencia de México después del colapso de Mexicana de Aviación. Ruiz Massieu reveló en esa charla que Guadalajara será la sede oficial del Día Internacional de Turismo.
Durante la presentación del Programa de Infraestructura 2014-2018, se iluminaron a plenitud las razones que condujeron a Enrique Peña Nieto a elegir a una persona con el perfil de Claudia Ruiz Massieu, que no tenía antecedentes en el sector turístico, pero que sí tenía probada capacidad de gestión, de organizar grupos, de crear sinergias.
Gracias en buena medida a esas cualidades de la funcionaria federal, el turismo resultó ser uno de los sectores ganadores indiscutibles. El gobierno federal, en particular el Presidente, pasaron de las palabras a los hechos.
Dejaron atrás los discursos floridos para dar paso al dinero sobre la mesa. Son más de 180 mil millones de pesos en obras de infraestructura ligadas al turismo. La idea es que este esfuerzo aumente la competitividad y aliente a la comunidad empresarial a redoblar sus inversiones ante el hecho de que el gobierno no los dejará solos, sino que, por el contrario, los acompañará en todo el recorrido.
Ya hay fuertes inversiones privadas, pero después del compromiso gubernamental es seguro que se multiplicarán. Hay dinero dirigido a restaurar playas, a regenerar Acapulco, a fortalecer el proyecto del Mundo Maya que se perfila como el producto turístico consentido del sexenio.
La inversión se justifica plenamente, México tiene vocación turística natural indiscutible y el turismo debe ser un factor de desarrollo e incluso de salvación en momentos de apremio.
No es exagerado plantear que el turismo evitó que España cayera hasta el fondo de barranco y perdiera viabilidad como nación. El turismo le dio los recursos y los empleos para mantenerse a flote cuando otras áreas del quehacer económico colapsaron.
El turismo da respuestas generosas en el corto plazo. No se requiere dejar pasar lustros o décadas. Desde luego el mediano y el largo plazos tienen una importancia estratégica, pero el turismo permite hacer planes para dos o tres años, para antes por lo pronto de que concluya el sexenio.
La actividad turística del país se despliega ahora en un mejor entorno, derivado de que la percepción del país en el exterior ha mejorado.
La agenda de reformas del gobierno federal, el ánimo reformista y también golpes espectaculares en materia de detención o eliminación de delincuentes famosos, como el caso del Chapo Guzmán, han permitido que el turismo no haya tenido que cargar con la pesada losa del sexenio pasado, durante el cual una errónea política de comunicación contribuyó a generar la percepción de que México era un país en guerra y que lo mejor era no acercarse. Los problemas siguen, nadie se atrevería a negarlo, pero la percepción es diferente, mejor, y eso permite que las acciones de promoción turística caigan en terreno fértil y den frutos.
La calificación de la deuda mejora, el presidente Peña gana prestigio como reformador y se consiguen triunfos relevantes sobre bandas criminales.
Éstos son algunos elementos que permiten que el turismo vaya en camino de tener buen año, por lo pronto en el rubro de captación de divisas.
Se espera en el reporte final del Banco de México un nuevo récord en este rubro.
Verba volant scripta manent.