«No somos un partido de ángeles»: Molinar Horcasitas

Barbado, sin la melena de 20 años antes, sentado ante el escritorio de su oficina, Juan Molinar Horcasitas muestra con orgullo la foto de grupo en la que aparece atrás del entonces presidente del PAN, Car-los Castillo Peraza, tomada allí mismo, en la que era sede nacional panista, y ahora es la casa de la Fundación Rafael Preciado Hernández, de la que es director general.
Es una imagen de la fase de arranque de su camino, aún académico de El Colegio de México. Hoy, tras un recorrido de dos décadas en su partido y en el servicio público, dentro y fuera del poder, dice que su tarea es “que el PAN mejore cada día”.
Este político —padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad mortal sin cura—, habla en entrevista sobre su paso por el Instituto Federal Electoral (IFE), el Partido Acción Nacional (PAN), una diputación federal, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y, de nuevo, en la Fundación Rafael Preciado Hernández, su cuartel en las negociaciones en el Pacto por México.
Molinar Horcasitas reconoce los méritos de quienes han colaborado con él.
Un bastón descansa sobre papeles de trabajo en el escritorio. La laptop está cerrada y junto, una tableta electrónica. Son útiles de trabajo de un político en acción plena. Tiene la perspectiva de una generación panista que ha vivido en la oposición al régimen priísta, luego en el Poder Ejecutivo federal, y de regreso a la condición opositora, por la derrota en la elección presidencial de 2012.
Un poco se obstruye la dicción y se opaca el timbre de la voz. Molinar Horcasitas, tranquilo, abre los brazos y las manos; martilla con los dedos el borde del escritorio, en ademán de firmeza.
Echa el cuerpo para adelante, como cuando argumenta su capacidad conciliadora y reporta sus logros: la reforma al régimen de pensiones de los trabajadores del IMSS, con su equivalente de 8.5 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en economías al instituto, más ahorros por 17 mil millones de pesos en gastos de operación por tres años.