Por El Diablo Cojuelo
IMPACTADOS.- Pocas veces un evento ocasiona un impacto social tan mayúsculo y tiene tantos rebotes políticos como el de las revelaciones de tres presuntas víctimas de ataques sexuales que son atribuidos al sacerdote católico Eduardo Córdova Bautista, hechas ayer por la periodista Sanjuana Martínez y publicadas por un influyente rotativo de la Ciudad de México. Entre la sociedad potosina fue replicada cientos de veces, hasta convertirse en viral, como se dice en el lenguaje de las redes sociales digitales, la nota en donde aquellas tres presuntas víctimas narran con detalles cómo fue que supuestamente fueron atacados sexualmente por el sacerdote, cuando eran niños.
CRISPADOS.- Algunos de los relatos hechos por las supuestas víctimas de los presuntos ataques sexuales del sacerdote católico Eduardo Córdova Bautista dejaron crispados, ofendidos y sorprendidos en el menor de los casos a quienes los leyeron. Entre tales actos se menciona una supuesta “confesión alternativa” que realizaba a menores de niños en una parroquia, en alguna sacristía, en una habitación en la Acción Católica y hasta en su domicilio, que consistía en ofrecerles masajes y pastillas calmantes que “a veces les provocaba somnolencia”. Lo que luego les hacía causa repulsión, verdaderamente.
PODEROSO.- En el caso del sacerdote católico Eduardo Córdova Bautista nos encontramos ante un personaje de enorme poder, según se desprende de algunos datos que se han dicho sobre su desempeño no sólo privado o religioso, sino político. Dicho sacerdote fue consejero, irónicamente, de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y aún es parte del Consejo Ciudadano de Transparencia y Vigilancia de Adquisiciones y Obra Pública del Gobierno, además de monitor del Ayuntamiento. De su poder e influencia, una de las supuestas víctimas declaró: “Eran las 10 de la noche y fui testigo de cómo entró al palacio de gobierno sin hacer antesala para ver a Jaime Suárez, secretario general del gobernador Horacio Sánchez Unzueta. Se encargaba de mostrarnos su poder, su influencia. Eso nos impactaba.”
ACTUACIÓN.- A partir de los testimonios publicados sobre los presuntos ataques sexuales en contra del sacerdote católico Eduardo Córdova Bautista debe de existir un mejor posicionamiento por parte de las autoridades, que no sea como aquella lamentable expresión: “seré respetuoso de la decisión de la Iglesia y me conduciré con educación y mesura”. En México y en San Luis Potosí, aunque no se quiera, existen leyes que deben de ser observadas por pobres y por ricos, por poderosos y por humildes. Ante este hecho específico, las autoridades civiles tienen que comprometerse firmemente a investigar lo sucedido y actuar a partir de los resultados de esa investigación, sin concesiones.
SEDUVOP.- Acerca de los graves señalamientos de corrupción hechos a Juan Gerardo Ferretiz González, titular de la Seduvop, éste juró y perjuró a través de un boletín que su cuñado Juan Martín Gatica Izaguirre, jefe de un departamento de la misma dependencia, no está encargado de dictaminar sobre las licitaciones de obra pública que allí se realizan, como se divulgó en los últimos días por diversos medios informativos. Según el funcionario, existe un comité encargado de tales tareas, entre los que se encuentran él mismo y otros encargados de diferentes tareas en la misma Seduvop. Termina echándose todo un rollo técnico que nada comprueba, porque no es sino una recitación de lo dictado por la normatividad. Mejor hubiese sido que pidiera intervenir a un órgano ciudadano que se encargara de investigar, a fin de saber quién tiene la verdad.
HOSTIGAMIENTO.- En cuanto a la condenable acusación de hostigamiento sexual en contra de una empleada de la misma Seduvop y del cual se acusa al mismo cuñado Juan Martín Gatica Izaguirre, el titular de esa Secretaría, Juan Gerardo Ferretiz González, no dedicó una sola línea. O sea, ¿quién calla otorga o cómo? Con su silencio también queda expuesto que la integridad y dignidad de una mujer, que además trabaja en la dependencia bajo su potestad legal, vale nada frente a las acusaciones de corrupción por asignación de obra pública. Vaya, no sólo una mujer no vale nada para Ferretiz González, sino que ni siquiera le es visible. Lo sucedido aquí contrasta por el momento con el triste caso de La Volpe y la podóloga. Nomás que allá el dueño del Club Guadalajara y su señora esposa a lueguito se fajaron y corrieron al argentino.