Vidrios rotos, el saqueo de una tienda de ropa y pintas, fue el saldo de la marcha del grupo de los llamados anarquistas con motivo del 1 de mayo.
El contingente, de cerca de 100 personas, inició su recorrido cerca de las 3:30 de la tarde en el Monumento a la Revolución para dirigirse a la plancha del Zócalo de la ciudad de México.
Durante su recorrido, el contingente caminó por avenida Paseo de la Reforma y avenida Juárez, sin que se presentaran incidentes o altercados en contra de los comercios o de los peatones.
Desde que salió del Monumento a la Revolución, el grupo de inconformes permaneció vigilado por personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) vestidos de civil, así como por elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
Aunque la marcha no tuvo ningún incidente durante su inicio, al ingresar al primer cuadro de la ciudad por avenida 5 de Mayo, se presentaron los desmanes.
El primero de ellos ocurrió en el cruce con la calle Isabela Católica, cuando los manifestantes destrozaron el vidrio de un banco. En el mismo cruce, realizaron pintas en contra del gobierno.
Al continuar su paso, el grupo de personas saqueó una tienda de ropa que se ubica casi en el cruce de Palma y 5 de Mayo.
Cuando ingresaron al Zócalo realizaron un motín a un costado de la movilización de otro contingente de personas que también se manifestaba. Tras permanecer por espacio de una hora, el grupo continuó su paso por avenida Pino Suárez, donde fue custodiado por personal de seguridad capitalina, así como trabajadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Después de caminar sobre esta vialidad, los llamados anarquistas entraron a la estación del metro Pino Suárez, donde se brincaron los torniquetes e ingresaron a los vagones sin que se presentara algún incidente.
Las autoridades capitalinas reportaron el robo y daños a algunos comercios, pero no informaron sobre detenciones o personas lesionadas.
