Ha roto el silencio para defenderse de las acusaciones sobre un presunto acoso sexual sobre la podóloga de Chivas. Pero la boca de Ricardo Antonio La Volpe también se ha abierto para denunciar algunas irregularidades que han ocurrido en el Rebaño Sagrado, en menos de un mes que estuvo al frente del equipo.
En el salón de un lujoso edificio de departamentos, el técnico argentino, despedido al estallar el escándalo, denuncia cosas graves. Lo presentaron como estratega del Guadalajara sin haber firmado contrato y horas después le dieron un documento con menos dinero del pactado; sus futbolistas iban con el kinesiólogo recién corrido, Luis Fosatti a “llevar chismes”; tenía dos jugadores que rendían cuentas a la dueña Angélica Fuentes y sus dos directivos, Juan Manuel Herrero y Juan Francisco Palencia, están coludidos con promotores.
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“La primera historia de esto fue que ni dije nada. Me callé la boca. No me gusta que sepan lo que me hicieron el primer día que firmé un contrato. Cuando yo firmo un contrato que ya estaba arreglado, está en el whatsapp mío y está en los correos míos, donde yo llego un acuerdo económico, después de haber hablado con el señor Vergara y el señor Herrero… lo lindo de la historia es que me callé, no dije nada. Me tenía que haber ido ahí mismo”, explica.
“No me fui porque luego van a venir ‘quién es La Volpe, quién no’, que ya todos sabían que no había una gran química con el señor Vergara. Pero cuando hice la presentación con ustedes, hago el entrenamiento y cuando llego a mi casa 4 o 5 de la tarde, yo no había firmado todavía. Es decir: errores. Por eso cuando ustedes hablan de fracasos, yo digo no, son aprendizajes. Fue un error no haber firmado un contrato antes de la presentación y dirigir un entrenamiento”, añade.
“Cuando a las 4 o 5 de la tarde, me comunican que no eran las cifras, que no estaban aceptadas, me comunica el señor Herrero, le digo ‘pero pará, ya habíamos hablado, habíamos dicho, se hizo una presentación, fui a un entrenamiento y ahora me sales con esto’. Finalmente, no era una cuestión de dinero, era cuestión de tener un equipo competitivo, de tener un equipo que salga campeón y estar ahí arriba. Finalmente le dije al señor Herrero, ‘está bien, acepto’. Ahí empieza todo”, detalla La Volpe.
Tiene sed de desahogo. Y continúa. “Un entrenador debe observar y ver qué está pasando en este ‘mundo chiva’. Se habrán enterado que hubo un despido de un kinesiólogo que fue Fosatti. ¿Qué pasa? Le tengo que comunicar a la gente, porque La Volpe se mete en todo. Yo no puedo permitir que mi equipo vaya con el despedido a su clínica y tener el número uno que es Rafa Ortega, gran médico y tener otro kinesiólogo”, revela.
“Tuve que tratar esa segunda situación y hablar con los jugadores de frente para decir ‘señores, Ortega manda y tiene que haber unión, tener confianza con lo que tenemos acá. Si alguno de ustedes no tiene confianza con el cuerpo médico, se va a ir con el señor Fosatti. Y empiezan los chismes solucionando ese problema. Con el señor Vergara nunca hablé”, agrega.
Aún hay más. “Viene la tercera cuestión. Rumores, claro, rumores que te llegan. El rumor es que hablo con los jugadores para no hacerlo en un salón por si hay algo… en el medio de la cancha hablo con los jugadores y les digo ‘señores, los rumores dicen que me tengo que tener cuidado porque hay dos jugadores que tienen comunicación con la esposa del señor Vergara, con la señora Angélica’. Ante todos los jugadores les dije ‘esto no se vale, yo no trabajo así y desde ya les digo que si yo confirmo esto, esos dos jugadores no se quedan ni un minuto en este equipo’. Esa fue la tercera cuestión”, declara.
Finalmente, lanza una acusación por demás dura: “En la formación del equipo tampoco entendía nada. Por un lado, hay una campana (rumor) que van con un empresario, en este caso la amistad de Herrero con (Carlos) Hurtado, por un lado y yo sé que por el otro lado, Palencia sin ninguna duda está peleado a muerte con Hurtado, va con Greg Taylor y tiene ya jugadores de Greg Taylor”.
Por eso, ahora cuando hace una valoración de su corta estadía en el Guadalajara, que ha terminado en medio del escándalo, Ricardo Antonio La Volpe llega a una conclusión fuerte. “Me arrepentí desde el día que firmé, pero yo agarro los compromisos. Tuve que declarar lo que me habían hecho, pero si necesitan pruebas, el señor Herrero sabe que hay un whatsapp y hay un correo”, finaliza el estratega.
