Rusia acusa a Occidente de conspiración en Ucrania

Mientras líderes ucranianos hablan de una inminente invasión rusa y Occidente amenaza a Moscú con más sanciones, el Kremlin dijo el viernes que los separatistas pro rusos no depondrán armas en el oriente de Ucrania hasta que activistas abandonen el control de sitios claves en Kiev.

La dura retórica se produjo mientras las tensiones aumentaron en el terreno, con reportes de aviones de combate rusos cruzando hacia el espacio aéreo ucraniano y un equipo de observadores militares extranjeros desarmados detenido por fuerzas pro rusas en Slovyansk, el corazón del movimiento separatista en el este.

Desmoronado el acuerdo de la semana pasada en Ginebra, en el que que se exhortó a todos los grupos armados ilegales a que depongan las armas y entreguen las ciudades e instalaciones ocupadas, ambas partes intercambiaron amenazas el viernes.

Tras acusar a Occidente de planear controlar Ucrania, el canciller ruso Serguei Lavrov declaró que los rebeldes pro rusos en el oriente ucraniano solamente depondrán sus armas y dejarán el territorio que han ocupado si el gobierno ucraniano desaloja un campamento de protesta en la plaza central de Kiev y a activistas de instalaciones ocupadas.

«Occidente quiere – y así comenzó todo – tomar control de Ucrania a causa de sus propias ambiciones políticas, no los intereses del pueblo ucraniano», dijo Lavrov.

Los rebeldes rusos se desarmarán «solamente si las autoridades de Kiev implementan los acuerdos de Ginebra, desalojan esa vergonzosa (plaza de) Maidan y liberan los edificios que han sido ocupados ilegalmente», dijo el ministro ruso.

La reacción de Ucrania fue inmediata.

«El mundo no se ha olvidado aún de la II Guerra Mundial, pero Rusia ya está deseosa de iniciar la tercera», dijo el primer ministro interino de Ucrania, Arseniy Yatsenyuk, en una reunión de su gabinete.

En la ONU, el vicecanciller ucraniano Danylo Lubkivsky dijo que temía una invasión inminente rusa.

«Tenemos información de que estamos en peligro», le dijo Lubkivsky a reporteros, y agregó que las maniobras militares rusas con aviones y tropas terrestres junto a la frontera ucraniana «son un acontecimiento muy peligroso».

«Vamos a proteger la patria ante cualquier invasión», dijo Lubkivsky. «Llamamos a los rusos a poner fin a esta locura».

En tanto, funcionarios estadounidenses informaron que aviones de combate rusos volaron al espacio aéreo ucraniano varias veces en las últimas 24 horas, en lo que describieron como una provocación.

No estaba claro cuál era el objetivo, pero los aviones pudieron haber estado probando los radares ucranianos o realizando una muestra de fuerza, dijeron los funcionarios, que hablaron a condición del anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente sobre el asunto.

En otros acontecimientos de la jornada, un grupo de observadores militares extranjeros que viajaban bajo los auspicios de la organización de Seguridad y Cooperación en Europa fueron detenidos por separatistas pro rusos en Slovyansk.

El equipo fue acusado de poseer «materiales sospechosos», dijo Stella Khorosheva, portavoz del auto proclamado alcalde separatista de la ciudad. Dijo que los miembros del equipo estaban ilesos y serían dejados en libertad tras más investigaciones.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania dijo que había perdido contacto con el grupo, que dijo está formado por 13 personas – cinco ucranianos, tres soldados alemanes, un traductor alemán y un soldado checo, uno polaco, uno sueco y uno danés.

También el viernes, el presidente estadounidense Barack Obama habló con líderes europeos para discutir la posible aplicación de ulteriores sanciones y evaluar lo sucedido tras el acuerdo alcanzado la semana pasada en Ginebra.

Rusia y Ucrania alcanzaron un acuerdo en Ginebra en el que llamaron a todas las partes a desocupar los edificios públicos tomados y entregar las armas. Milicias prorrusas han ocupado edificios gubernamentales en más de 10 ciudades del este de Ucrania mientras que el grupo nacionalista Sector derecho aún controla dos edificios públicos en Kiev.

La economía rusa ha comenzado a sufrir por su intervención en Ucrania.

La agencia calificadora de riesgos Standard & Poor degradó el viernes la calificación crediticia de Rusia por primera vez en más de cinco años debido principalmente a preocupaciones por la salida de capitales y el riesgo de invertir en ese país a causa de la crisis en Ucrania.

El ministro de Desarrollo Económico de Rusia, Alexei Ulyukayev, intentó minimizar la rebaja de la calificación crediticia y afirmó que «se debía en parte a motivos políticos».

En el sureste de Ucrania, siete personas resultaron heridas el viernes debido a un estallido en un retén que instalaron autoridades locales y activistas afuera del puerto de Odesa, en el Mar Negro