A la cantante española Concha Buika le gusta dejarse llevar por el momento, entregarse por completo, y esta noche lo volvió a hacer durante el concierto que ofreció en el Lunario del Auditorio Nacional, donde se presentó como parte de su gira “La noche más larga”, título de su más reciente material discográfico.
En una velada íntima y llena de pasión, la intérprete nacida en Palma de Mallorca pero que desde hace años reside en Estados Unidos, compartió con sus fans mexicanos no solo su música y su potente voz, sino su sentir ante distintas circunstancias de la vida.
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Desde la primera nota Buika hizo estremecer a los cientos de seguidores que prácticamente llenaron el recinto capitalino. Salió al escenario con un largo vestido en tonos grises y un gran moño en la parte trasera para ser recibida con aplausos y algunos gritos de “te amamos Buika”.
Acompañada por sus músicos y con un fondo lleno de plantas, Buika presumió la Luna del Auditorio que obtuvo hace unos meses en la categoría de World Music y que le fue entregada ayer al mismo tiempo que develó una placa con su nombre en el paseo de las Lunas.
“Allá está la luna de todos, pero acá está la nuestra, quiero compartirla con mi tribu”, señaló para luego deleitar a los presentes con temas como “Soledad” y “El último trago”, éste último en homenaje a la cantante Chavela Vargas. hizo una pausa para dedicar su concierto a la mexicana Julia Pastrana y su trágica existencia, pues fue conocida como “La mujer mono” o “La mujer lobo” motes derivados de su estatura de 137 centímetros, su cuerpo lleno de vello negro y mandíbulas prominentes. “porque todos tenemos una Julia dentro, que nos avergüenza”, señaló.
En su largo repertorio, que tuvo una duración de más de dos horas, la cantante conquistó a los asistentes con los temas que le han dado el reconocimiento internacional, entre ellos “Mi niña Lola”, “Oro Santo” o “Santa Lucía”. én interpretó los temas de su más reciente disco “La noche más larga”, entre ellos “Sueno con Ella”, “Siboney”, “Yo vengo a ofrecer mi corazón” y “La nave del olvido”, éste último en homenaje al cantante mexicano José José. una interpretación a capela en la que demostró la potencia de su voz y un “Os doy las gracias por esta bienvenida tan maravillosa”, la cantante se despidió de sus fans a quienes volvió a demostrar porque sus ritmos africanos mezclados con flamenco y jazz logran estremecer a quien la escucha.