Comienza trabajos de reparación en ‘El Caballito’

Ya iniciaron los trabajos de diagnóstico para la posterior restauración de la escultura ecuestre de ‘El Caballito’.
La escultura luce sin la protección de las láminas y los andamios que la ocultaban de la vista de la transeúntes. Acordonada por unas vallas metálicas, la pieza erigida en honor de Carlos V ya sólo está cubierta con la malla azul que la protege del medio ambiente.
Las maniobras, que comenzaron ayer, forman parte de los primeros trabajos que se realizan en torno a la obra de Tolsá, la cual será sometida a un proceso de diagnóstico que permitirá a los especialistas definir los procesos de conservación y restauración para recuperarla.
La pieza histórica resultó dañada luego de que trabajadores, contratados por el GDF, intentaron limpiarla con ácido nítrico.
Después de varios meses de espera, el Fideicomiso del Centro Histórico obtuvo esta semana la autorización del INAH para comenzar los trabajos de diagnóstico y ayer arrancaron los primeros movimientos en la Plaza Tolsá. Trabajadores del Fideicomiso, bajo la supervisión del INAH, comenzaron a desmontar los andamios y las laminas que la cubrían. Pero este fin de semana volverán a colocarse otros andamios y plataformas que permita trabajar al equipo de especialistas. De acuerdo con el Fideicomiso del Centro Histórico, será la próxima semana cuando los especialistas comiencen a trabajar en el sitio.
Ese equipo de investigación está integrado por expertos del Instituto de Investigaciones Nucleares, del Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, de la Universidad La Salle y la UNAM.
Entre los registros iniciales prevén un levantamiento fotográfico y arquitectónico de la pieza y el pedestal, un escaneo 3D que generará un modelo tridimensional; además, para determinar los deterioros se hará un levantamiento de puntos mediante fluorescencia de Rayos X del metal y de la piedra, una inspección por Ultrasonido para detectar imperfecciones en el metal, así como un estudio de metalografía que permitía conocer a las afectaciones causada por el ácido nítrico.
Los expertos también planean una prospección con georradar para evaluar la estabilidad del monumento y la elaboración de probetas de fundición y pátinas para ver la manera en que se reintegrará la pátina que resultó dañada por el ácido cítrico con que se intentó limpiar la escultura. El proyecto busca diagnosticar los deterioros de la escultura y generar información para tener una base científica que permitirá definir los procesos de conservación y restauración de la pieza creada por Manuel Tolsá en 1802, así como del pedestal, atribuido a Lorenzo de la Hidalga.