- Marek Keller indicó que la escultura en cerámica Adán y Eva llegó a ese espacio el 14 de julio.
Una de las escasas esculturas en cerámica del artista mexicano Juan Soriano (1920-2006) que ha sobrevivido es Adán y Eva, la cual fue donada al Museo Soumaya el pasado 14 de julio en el marco de las celebraciones por el centenario del artista mexicano, que iniciaron en 2020.
Marek Keller, director de la Fundación Juan Soriano, quien detalló que la pieza fue donada a este espacio porque en su colección cuenta con un óleo similar, que data de 1953.
Sobre la escultura de mediano formato, explicó: “Todo comenzó el año pasado, en el marco de los 100 años de Juan Soriano.
Un día, me habló un amigo y me dijo que otro de mis amigos tenía una cerámica de Juan, que era bastante antigua y quería venderla. Entonces, le dije que me gustaría verla porque existen muy pocas de su tipo”.
Así que cuando llegó el momento de ver la cerámica, “fue una sorpresa enorme porque Juan y yo pensábamos que esa pieza ya no existía, que quizá se había perdido o quebrado.
Su tema es el nacimiento de Eva, que sale de la costilla de Adán, y tiene su firma en la planta del pie de Adán”.
Keller también explicó la razón para donarla al Soumaya. “Hace mucho que el Soumaya tiene un óleo de Juan con el mismo tema: el nacimiento de Eva.
Entonces, al ver la escultura pensé que la cerámica debería estar junto a ese cuadro para que el público pueda apreciar cómo un artista aborda el mismo tema en dos técnicas distintas.
Por eso tomé rápido la decisión, me comuniqué con el director del museo y le expliqué la relación entre la escultura y su pintura”.
¿Por qué existen pocas esculturas de cerámica hechas por Soriano?, se le preguntó a Keller. “Muy pocas sobrevivieron al tiempo.
Además, hace años, en uno de los museos de Monterrey, su entonces directora, Carmen Barreda, exhibió una muestra con cerámicas de Juan. Fue una exposición preciosa, pero cuando ésta concluyó, el camión que transportaba las cerámicas chocó al entrar a la Ciudad de México”.
Desgraciadamente, la mayoría de los coleccionistas como las cerámicas venían de colecciones privadas y estaban aseguradas eligieron el dinero y no su restauración, la cual habría sido supervisada por el propio Juan, quien estaba en México en aquella época.
Así que esas piezas se perdieron para siempre y por eso mi felicidad se hizo más grande de que haya aparecido una pieza entre tantas que se perdieron”, reconoció.
¿Cuál es la relación entre la escultura y el óleo? “Que son muy parecidas. Es exactamente Adán, acostado, con los ojos cerrados, mientras el cuerpo femenino, precioso, de Eva sale de su costilla.
Es el mismo tema y casi la misma posición de Adán y Eva. Además, es una especie de sueño erótico que puedes notar al apreciar la pieza”, señaló.
Sobre dicho óleo, Francesca Conti, curadora del Museo Soumaya, hizo un recorrido virtual hace algunas semanas en las que habló de la pieza en la que Eva emerge de la costilla de Adán, como lo narra el segundo capítulo del Génesis.
Destacó que esta Eva está inspirada en la anatomía de las venus prehistóricas, quienes eran consideradas diosas madres, donadoras de vida, protectoras y símbolo de fecundidad y, en este caso en particular, Juan Soriano se inspiró en la Venus de Lespugue, hallada en 1922 por R. de Saint-Périer en la Cueva de Rideaux, en Francia.
Y aunque aseguró que, a menudo se piensa que Eva ocupa un lugar inferior en esta narrativa, dado que emerge de la costilla de Adán, “en esta pieza Soriano lo que hizo fue restituir toda su supremacía, porque la elevó al grado de una Venus prehistórica y de una figura venerada”.
Por último, Keller mencionó otras piezas de cerámicas que han sobrevivido y que están en el Museo Morelense, como Máquina de hacer dinero, Torero y Vespa.