La Final de la Eurocopa es entre David y Goliat, si hablamos de títulos importantes a nivel de Selecciones.
Inglaterra, que no había llegado a una Final internacional desde que ganó el Mundial 1966, se medirá a Italia, una de las Selecciones nacionales con más títulos internacionales de Europa.
Italia ganó su cuarta Copa del Mundo en 2006, pero no tiene el mismo palmarés en Europa, donde su único título data de 1968, por lo que esta Eurocopa se ha vuelto una aspiración generacional.
Los Azurris llegaron a la Final en 2000 y 2012, mientras que Inglaterra nunca había avanzado a esta instancia.
Bajo las restricciones de la pandemia, los 66 mil aficionados permitidos en el Estadio Wembley serán en su absoluta mayoría ingleses.
Para el técnico inglés Gareth Southgate, quien ni siquiera había nacido cuando Inglaterra ganó el título de 1966, ganar la Euro sería una suerte de redención: su penal errado contra Alemania en 1996 le impidió a Inglaterra llegar a la Final.
“Sé que no será suficiente para mí y el resto del equipo técnico y los jugadores si no ganamos”, dijo Southgate.
“Podemos ganar, pero para eso tenemos que acertar en todo. Les dije a los jugadores, la gente respeta lo que han logrado y lo bien que han representado al país, pero ahora decidirán el color de la medalla.
Italia no se clasificó para el Mundial 2018, pero desde entonces lleva una racha invicta de 33 partidos bajo el técnico Roberto Mancini.
“Al principio, cuando nos dijo que tuviéramos la mentalidad de ganar la Euro, pensamos que estaba loco”, dijo el veterano Giorgio Chiellini. “Pero en estos años ha creado un equipo que está al borde de hacerlo. Y nos ha dicho después de cada partido, centímetro a centímetro, y ahora sólo resta el último centímetro”.
Tienen que vencer a un adversario que ha recibido un solo gol en seis partidos en la Euro y ha podido compensar el hecho de que su artillero Harry Kane no anotó una sola vez en la fase de grupos.
Será en el mítico Estadio de Wembley donde se decida al nuevo campeón de la Eurocopa.